La "lanzadera" se usa en la liturgia para contener el incienso que se usa durante la incensación. Es un pequeño objeto muy relacionado con el incensario.
Su forma especial, similar a un pequeño bote, le dio el nombre de "lanzadera".
La mayoría de las veces está hecho de metal. Generalmente está cerrado por una tapa con bisagras que cubre todo o parte del recipiente y, a veces, descansa sobre un pie. Desde el siglo X lo acompaña una cuchara, que a veces se cuelga de una cadena.
El servidor del altar llamado "portador de lanzadera" es el que se acerca al sacerdote para llevarle el objeto. Le acompaña el turiferario, otro servidor encargado de presentar el incensario. Ambas funciones también pueden las puede realizar un solo servidor.
© Pascal Deloche / Godong
Un rito lleno de símbolos
Para preparar el incienso, el celebrante extrae incienso tres veces de la lanzadera y lo pone en el incensario sobre brasas. Tres, para significar la Trinidad divina.
Solo, el incienso no se quema y no libera fragancia. Es absolutamente necesario ponerlo en contacto con brasas para que pueda expresarse. Este calor intenso evoca el corazón ardiente de Cristo y el fuego del Espíritu Santo.
En su uso litúrgico, el incienso significa oración, sacrificio y purificación.
Las concreciones de goma-resina del "árbol del incienso" (Boswellia sacra) forman la base del incienso. Se pueden agregar otros materiales para dar variaciones sutiles a los sabores que libera.
Conoce en esta galería más objetos litúrgicos de la misa y la adoración eucarística: