separateurCreated with Sketch.

Esta iglesia abre todos los días gracias a un musulmán

Musulman église.jpg

Abdelkader Zennaf delante de la iglesia Saint-Ennemond (Saint-Chamond, Loire, Francia).

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Raphaëlle Coquebert - publicado el 07/12/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Argelino musulmán afincado en Saint-Chamond (Loira, Francia) desde hace más de 70 años, Abdelkader Zennaf frecuenta la iglesia de Saint-Ennemond desde su más tierna infancia, hasta el punto de haberse ofrecido como voluntario para abrirla y cerrarla los siete días de la semana

En Saint-Chamond, Abdelkader Zennaf es una gloria local. Fue honrado varias veces por la prensa por su fuerte implicación en la vida de la ciudad.

También por su impresionante colección de utensilios de cocina de aluminio: 4.500 piezas, ¡la segunda colección más grande de Francia! Así se justifica:

"No lo creé por ociosidad o locura, se justifica, sino por una obsesión por la transmisión. Para mí la memoria es sagrada: preservar el patrimonio me parece fundamental".

Un lugar católico abierto a los musulmanes

Abdelkader Zennaf es uno de los habitantes más antiguos de su barrio. Vive allí desde hace 73 años, en la casa donde se instalaron sus padres un año después de su llegada de Argelia en 1948.

Su casa está justo enfrente de la iglesia del barrio. Siempre le ha resultado familiar, no solo porque ve su gran silueta desde sus ventanas, sino también porque sus padres le apuntaron a actividades en ella cada jueves por la tarde:

"A raíz de las actividades dirigidas por el sacerdote (películas, juegos, paseos, etc.), todos asistíamos a la catequesis, incluidos los musulmanes.

Recuerdo estar muy impresionado por los milagros de Jesús. Incluso participé en procesiones dedicadas a la Virgen María".

Nacido musulmán, Abdelkader no tiene intención de cambiar de religión. Pero cuando uno de sus familiares cae gravemente enfermo, es a la iglesia a donde acude, desde sus 12 años, para implorar a Dios que lo sane. Dios escucha su oración. Él no lo olvidará.

Iglesia cerrada, almas en dolor

Con los años, se casó, formó una familia -7 hijos- y ya casi no iba a la iglesia. A veces se encontraba con Pierrot, un vecino que la abría y la cerraba todos los días.

Pero Cuando Pierrot murió en mayo de 2004, Saint-Ennemond cerró sus puertas.

Hasta que, poco después, Abdelkader vio accidentalmente a una anciana subiendo los escalones de la casa de Dios y empujando en vano su pesada puerta: "La escena hizo que me doliera el corazón", dice el septuagenario.

Ver una vela encendida, confiesa, me hace feliz: alguien pensó en Dios por un momento.

"¡La Iglesia me había abierto los brazos cuando los necesitaba, y ahora esta mujer encontraba la puerta cerrada!", recuerda. Y continúa:

"Le pedí a un amigo católico del barrio que le pidiera al párroco que me confiara las llaves para que yo pudiera asumir voluntariamente el papel que una vez le asignó a Pierrot. Y aceptó".

Diálogo interreligioso beneficioso

Desde entonces, el musulmán abre y cierra el templo todos los días del año, mostrándolo incluso a los curiosos transeúntes.

"Ver una vela encendida me hace feliz -confiesa-: alguien pensó por un momento en Dios. No importa qué Dios: no practico, pero la fe ocupa un lugar importante en mi vida".

Ante la sorpresa de algunos de sus correligionarios, responde que tiene una deuda con esta iglesia y que esa es su forma de pagarla.

Esto alegra a los sucesivos sacerdotes. El padre Gilbert Thollet, nombrado hace dos años para esa zona explica:

"Estoy encantado con estos vínculos forjados entre creyentes de diversas denominaciones. ¡Abdelkader incluso quería pagar la restauración de una estatua dañada por el clima! Sostuve que era el papel del ayuntamiento, pero estaba muy tocado.

En Tierra Santa, ¿no son los musulmanes los que abren y cierran la Basílica de la Resurrección?".

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.