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México enfrentaba a Polonia este 22 de noviembre. Sin lugar a dudas un partido entre dos países que tienen dos grandes fortalezas en cuanto a la fe: las advocaciones de la Virgen de Guadalupe y Nuestra Señora de Częstochowa.
Sin embargo, más allá de las curiosidades y lo que se pueda decir con respecto a la fe de ambos países, el mensaje de un obispo mexicano antes de que empezara a rodar el balón generó curiosidad.
En efecto, monseñor Enrique Samaniego, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, se mostró en las redes sociales junto a un futbolín (también conocido como futbolito) y alentó a su selección.
«Dar lo mejor de sí»
«Ánimo selección mexicana. Ojalá que ganen y así también gana México. Cada uno hay que meterse y dar lo mejor de sí en la cancha. Y a trabajar siempre en equipo. Así se juega señores», expresó el obispo, tras lo cual empezó a jugar al futbolín con una sonrisa (y hasta con un gol en contra).
Pero también su publicó desde la Arquidiócesis de México otro mensaje donde de alguna manera se reafirma lo anterior y el protagonista es el propio arzobispo primado de ese país, Carlos Aguiar Retes, a quien se lo ve pateando un balón:
«Hoy inicia el Mundial de Qatar 2022 y nos recuerda que el deporte es una gran oportunidad para fortalecer nuestro espíritu de equipo. El deporte puede y debe ser un gran ejemplo para alcanzar la paz, hoy tan urgente y necesaria en México y el mundo», se indicó.
Lo cierto es que más allá del resultado de este debut en el Mundial, estos mensajes no hacen más que confirmar aquello del propio papa Francisco cuando se ofreció un documento en 2018 sobre la perspectiva cristiana del deporte y la persona humana del Dicasterio sobre la Perspectiva para Laicos, la Familia y la Vida.
Y el mensaje es válido más allá de México, para cualquier país, en días donde el fútbol se lleva la a atención de millones de personas alrededor del mundo.