«Alabado sea Jesucristo». Así comienza el mensaje difundido en las últimas horas por las hermanas Carmelitas Descalzas a toda la Iglesia que peregrina en Cuba. Y no es para menos, pues el pasado 2 de noviembre tuvieron que dar la triste noticia de que ya no había harina para hacer hostias.
El Monasterio de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa en La Habana, es desde hace tiempo, el sitio donde se producen las hostias que consumen los fieles en prácticamente todas las diócesis de la isla donde 60 por ciento de la población es católica, recordó un reciente artículo de Jaime Septién en Aleteia vinculado a aviso de las religiosas.
Como trasfondo, problemas de abastecimiento de harina en la isla que son habituales, algo enmarcado dentro de la crisis alimentaria.
«La multiplicación de la harina»
Sin embargo, con el nuevo comunicado difundido recientemente, en el que dan cuenta de la sorpresa de cómo la noticia se había hecho viral, todo se volvió «luminoso» una vez más.
«Lo impresionante de todo esto es cómo ha movido los corazones de tanta gente de buena voluntad que, como la viuda del Evangelio, han ofrecido lo poco o mucho para que el trabajo se siga realizando», señalaron las religiosas quien no titubearon en afirmar que han experimentado una vez más que «la barca de la Iglesia es el Señor quien la lleva».
«Nos ha llegado harina desde la gente sencilla de nuestros pueblos, de instituciones, desde Miami, Puerto Rico, España y también la asignación que tenemos por parte del Estado», expresaron las religiosas, tal cual indica un post publicado en Facebook.
De forma inmediata, agregaron: «El que realizó la multiplicación de los panes ha mostrado su poder con la multiplicación de la harina».
Las religiosas finalizaron su mensaje agradeciendo a quienes colaboraron y confirmando la reanudación del trabajo para ofrecer el servicio a la Iglesia de Cuba «lo más pronto posible».