Por lo general, los santos se celebran cada año el día de su muerte, marcando su primer día en la dicha celestial. Sin embargo, esto no siempre funciona en el calendario litúrgico y, a veces, los historiadores no saben la fecha exacta de la muerte de un santo o confunden las fechas en el calendario.
En el caso de San Francisco de Asís, murió en la tarde del 3 de octubre de 1226. Los miembros de la Orden Franciscana continúan recordando sus últimas horas con un servicio llamado "Tránsito de San Francisco". La palabra latina transitus simplemente significa "pasar por encima", por lo que marca el paso de San Francisco de Asís a la vida eterna.
Una de las razones por las que a San Francisco de Asís se le asignó el 4 de octubre en el calendario litúrgico fue porque había cierta confusión acerca de cuándo murió.
Al principio, hubo muchos escritos sobre San Francisco, la mayoría de ellos de carácter legendario. La biografía más antigua de San Francisco por el fraile poeta Tomás de Celano afirma que "el domingo cuatro de octubre, en la ciudad de Asís… salió de la prisión de la carne y emprendió su feliz vuelo a la morada de la espíritus celestiales, perfeccionando lo que él había comenzado".
Cuando San Francisco de Asís fue canonizado por el Papa Gregorio IX, la fecha de su fiesta fue fijada el 4 de octubre, "Decretamos que su nacimiento sea celebrado digna y solemnemente por la Iglesia universal el cuatro de octubre, día en que entró en el reino de los cielos, libre de la prisión de la carne."
San Buenaventura también escribió una Vida de San Francisco de Asís y en su biografía escribe: "Ahora el Santo Padre partió del naufragio de este mundo en el año 1226 de la Encarnación del Señor, el cuatro de octubre, a las tarde incluso de un sábado, y el domingo fue sepultado."
Lo que hace que las cosas sean confusas es que cuando miras un calendario de 1226, el 3 de octubre es sábado y el 4 de octubre es domingo. Si San Francisco murió el sábado por la noche, técnicamente murió el 3 de octubre.
Además, en algunos lugares de la Europa medieval, los días terminaban con la puesta del sol, por lo que, si bien San Francisco pudo haber muerto en la noche del 3 de octubre, según su cálculo, murió el 4 de octubre.
Si bien el 4 de octubre puede no ser la fecha exacta de la muerte de San Francisco, la Iglesia ha decidido continuar con la larga tradición de conmemorar su notable vida en este día.