El santo de Asís habría supuestamente predicho el Cisma de Occidente. Así se confeccionó esta falsa profecía
Desde hace mucho tiempo ya circula en internet una supuesta profecía de san Francisco de Asís sobre la llegada de dos papas. Dice más o menos así:
Tras haber convocado a sus hermanos poco antes de morir (1226), Francisco advirtió sobre tribulaciones futuras, diciendo: “Hermanos, actuad con fuerza y firmeza en espera del Señor. Un periodo de grandes tribulaciones y aflicciones en el que tendrán lugar grandes peligros y malestares temporales y espirituales; la caridad de muchos se enfriará y la iniquidad de los malvados abundará” (…).
“El poder de los demonios será más grande de lo normal, la pureza inmaculada de nuestra comunidad religiosa y otras se marchitarán hasta el punto de que muy pocos cristianos querrán obedecer al verdadero sumo Pontífice y a la Iglesia Romana con un corazón sincero y perfecta caridad. En el momento decisivo de esta crisis, un personaje no canónicamente elegido, elevado al solio pontificio, se dedicará a propinar sagazmente a muchos el veneno mortal de su error” (…).
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El autor
La noticia aún hoy se difunde en muchos sitios de internet. Escribe fray Alessandro Giacomo Brustenghi ofm:
Varios sitios de internet aportan referencias bibliográficas para certificar la presencia de esta “profecía”: está contenida en el tomo sexto de la Medi Ævi Bibliotheca Patristica, obra publicada a París en 1880, que recoge, entre otras cosas, la opera omnia de san Francisco redactada por el padre Joan De La Hayle (1593-1661).
Las notas nos remiten a una famosa publicación: el “De conformitate vitæ beati Francisci ad vitam Domini Iesu” de fray Bartolomé de Pisa, llamado “el Pisano”, escrito entre 1385 y 1390, una obra dirigida a demostrar cómo san Francisco se conformó a la vida de Jesús.
El Pisano, a su vez, toma de la “Expositio Regulæ” de Angelo Clareno, que conocía la profecía a través de algunos opúsculos que recogían los “Verba fratris Conradi”, es decir, los testimonios que el beato fray Corrado da Offida habría recogido de la boca de fray Leone, fidelísimo compañero de san Francisco, a punto de morir: en esta colección se escribieron varias “profecías” atribuidas a san Francisco.
Este por tanto sería el origen: Francisco, León, Corrado, Angelo Clareno, Bartolomé da Pisa, Joan De La Hayle y las publicaciones sucesivas de su colección (www.papaboys.org, 28 abril 2016).
El padre Pietro Messa, director de la Scuola Superiore di Studi Medievali e Francescani en la Pontificia Università Antonianum, aclara el clamoroso bulo a Aleteia. Se trata de una de las falsas profecías nunca pronunciadas por Francisco. Sino que es fruto de los relatos de aquellos en los que se han basado al escribir la biografía o episodios de su vida.
La biografía original
Padre Messa premette:
El sábado 3 de octubre de 1226 murió en la Porciúncula fray Francisco de Asís, pero siendo la hora del ocaso litúrgicamente se estaba ya en el domingo 4 de octubre. En 1228 el papa Gregorio IX reconoció canónicamente su santidad y ordenó a Tommaso da Celano que escribiera la vida del nuevo santo para que se leyera – en latín legenda – sobre todo durante su fiesta litúrgica que por orden pontificia debía ser celebrada solemnemente y por todos (cfr. F. Sedda, Franciscus liturgicus, Padova 2015).
Con el paso de los años se escribieron otras vidas de san Francisco, y cada una con una peculiar perspectiva de lectura. Ciertamente destaca la confeccionada por Buenaventura de Bagnoreggio dada la preparación teológica del autor (cfr. Buenaventura, Vida de san Francisco, dirigida por P. Messa, Milán 2009).
Crónica poco precisa
“Con el paso de las décadas y los siglos”, prosigue Messa, “la devoción por el Santo de Asís se difundió y creció cada vez más y también así las narraciones de su vida; los diversos autores en la generalidad de los casos estaban más preocupados por presentar su actualidad que por la precisión cronista de los acontecimientos narrados. Así hay quien subrayó el aspecto de la pobreza y el de la organización, en cuanto que fundador de una orden religiosa de gran prestigio; quien la contemplación y quien la predicación, quien su ser diacono y quien el ir descalzo”.
“Profeta del día después”
“No faltaron”, subraya el director del Istituto di Studi Medioevali, “quienes le presentaron como un profeta en el sentido de predecir acontecimientos futuros; ¡pero cuando se pusieron en la boca del Santo, o ya habían sucedido o estaban a la vista de todos! Y así se cuenta que predijo la división de la Orden franciscana, la tribulación debida a la disputa sobre la pobreza, el cisma de Occidente en el que al papa de Roma se le contrapuso el de Aviñón, y durante algunos años, incluso un tercer papa en Pisa”.
Tales profecías “del día después”, escritas después de que los hechos ya habían tenido lugar – o sea, post eventum – en realidad “tenían como fin infundir esperanza, o sea, que ese momento de tribulación no sería para siempre, sino que tendría un final”.
Honradez intelectual
Las narraciones de estas profecías, concluye Messa, “se difundieron mientras se consideró necesario, para después caer en el olvido, y ser retomadas en periodos históricos posteriores en los que podían tener nuevos significados. Y esto sucede también hoy; lo importante es que, evitando la pereza mental y con honradez intelectual, cada texto sea contextualizado y leído íntegramente sin extrapolaciones”.
“Solo así – concluye el experto en el pensamiento franciscano – fuentes inherentes no solo a san Francisco, sino también a santa Brígida de Suecia, san Juan Bosco y más cercano a nosotros san Juan Pablo II se manifestarán en su significado”.