El proyecto del santuario dedicado a la Divina Misericordia en Maldonado (parada 24 de la playa Mansa de Punta del Este, uno de los principales sitios turísticos de Uruguay y de los centros urbanos más poblados) sigue progresando.
Así lo confirmó en diálogo con Aleteia el sacerdote español Ignacio Amorós, quien actualmente está en Uruguay y al frente del proyecto de un santuario por demás anhelado.
«La divina providencia nos va asistiendo con la ayuda de muchas personas, ya sea de forma económica, también de materiales. Ya hemos puesto el hormigón del piso, del suelo, las paredes, que es un doble muro de ladrillo visto», dijo Amorós con respecto a los avances del proyecto.
En ese sentido, Amorós señaló que se estaban por colocar las cerchas de madera gracias a la generosidad de una empresa de una familia uruguaya y que luego será el turno de los techos.
La emoción tras probar la primera imagen del santuario
Sin embargo, en medio de los avances del proyecto, en los últimos días se dio un hecho que colmó de alegría a los presentes y que también emocionó. Se trató de la presentación, por primera vez, de la imagen que presidirá el altar. Se trata de la figura de la Divina Misericordia, de casi tres metros, que será el retablo del nuevo santuario.
«El otro día con el arquitecto nos subimos ahí arriba, colgamos la imagen. Nuestra idea es que en el santuario de la Divina Misericordia de la diócesis de Maldonado cuando entres puedas ver completamente el altar, el sagrario y toda la imagen de Jesús para que te entre en el corazón», indicó Amorós.
«Fue maravilloso ver lo bien que queda esa imagen tan preciosa, que tiene tanta fuerza y nos recuerda el amor misericordioso de Dios. Fue una alegría. El arquitecto se emocionaba y (también) varias personas de ver cómo quedaría», prosiguió.
Un sacerdote arriba de un andamio
En invierno de 2021 fue cuando el proyecto se empezó a gestar. Sucedió cuando el obispo Maldonado-Punta del Este-Minas, monseñor Milton Tróccoli, le manifestó a Amorós su deseo de tener un lugar de culto en torno a Jesús Misericordioso. En definitiva, un lugar de oración y también centro de evangelización para seguir difundido las obras de misericordia.
Fue así que inmediatamente se empezó a buscar lugar y se encontró un sitio adecuado para establecer el santuario y una casa para quienes cuidarán el lugar. Se encontró un terreno perteneciente a la diócesis de más de 2000 metros cuadrados en el barrio las Delicias en el cual se estaba venerando la imagen del Cristo de las Rosas.
Pasaron varios meses desde aquel deseo y en los últimos días el propio Amorós pudo experimentar en su corazón algo más que especial mientras estaba arriba del andamio probando la primera imagen del santuario.
«Cuando estaba arriba con la imagen miraba lo hermoso que está quedando el templo. Pensaba en el privilegio y en la alegría que es servir a Dios en su Iglesia. Y especialmente promoviendo la devoción a la Divina Misericordia», destacó Amorós.
«Y sobre todo lo que estaba mirando era el horizonte, el mar, toda la Mansa, la isla Gorriti. Y pensaba lo hermoso que es dejar en Uruguay, en Maldonado, en el Río de la Plata, un santuario a Jesús Misericordioso. Era un momento de acción de gracias a Dios y profunda satisfacción», continuó.
¿Cómo sigue el proyecto?
Mientras el proyecto sigue adelante, lo que resta ahora es recaudar lo último que queda de los fondos para el santuario (alrededor de un 10%). En el mes de octubre, anunció Amorós, se buscará colocar techos, cableado, enchufes, electricidad, además de intentar poner el piso del exterior y jardín.
«Nuestra ilusión sería empezar a celebrar misa en diciembre. Nuestra intención es inaugurar el santuario el segundo domingo de enero», apuntó Amorós.
Está previsto que el santuario tenga una capacidad para 200 personas y que los fieles puedan acudir a la misa en verano también desde fuera. Para ello se establecerá una puerta principal –un gran ventanal de unos siete metros- donde habrá también parlantes y altavoces para extender la capacidad.
«La segunda fase será construir una casa con un centro de evangelización. La idea es que puedan vivir o sacerdotes o religiosas que tenemos el deseo y la ilusión que vengan a fundar y trabajar en Maldonado», finalizó Amorós.
En tanto, mientras el sueño se sigue haciendo realidad y el proyecto sigue siendo encomendando para que se puedan recaudar los fondos necesarios (ver contacto aquí), todo parece confirmar que la devoción a la Divina Misericordia crece en uno de los países más laicos de América Latina, lugar donde avanza otro proyecto similar en la capital, Montevideo.