La Biblia está llena de pasajes aplicables a nuestro mundo moderno. Uno en particular resume las creencias de la Iglesia católica sobre el aborto.
Viene del libro del Deuteronomio y es de un discurso dado por Moisés al pueblo de Israel.
Una cuestión de vida o muerte
La Iglesia enseña claramente que el aborto es matar a otra persona humana. Como resultado, el aborto es una cuestión de vida o muerte.
Dios, a través de la Iglesia, nos insta a elegir la vida, como habló Moisés al pueblo de Israel.
Ciertamente, la vida no es fácil y cada elección que encontramos puede ser difícil de tomar. Sin embargo, Dios tiene muchas bendiciones reservadas para nosotros cuando elegimos la vida y seguimos su camino.
El aborto viola el mandamiento de Dios: “No matarás”. Acaba con el ser humano que surge en el momento de la concepción.
Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable.
El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral.CIC 2270-2271