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El Papa: Con su sonrisa, Juan Pablo I logró transmitir la bondad de Dios

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Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 04/09/22
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El 26 de agosto de cada año, los fieles de la Iglesia católica podrán celebrar la memoria del nuevo beato: Albino Luciani.

“Con su sonrisa, el Papa Luciani logró transmitir la bondad del Señor”. A las 10.30 horas de hoy, el papa Francisco presidió, en el atrio de la Basílica Vaticana, la Misa durante la cual beatificó al Siervo de Dios Juan Pablo I, nacido Albino Luciani (1912-1978), tras 44 años después de su muerte, "el año de los tres Papas". 

“Es hermosa una Iglesia con el rostro alegre, sereno y sonriente, que nunca cierra las puertas, que no endurece los corazones, que no se queja ni alberga resentimientos, que no está enfadada ni es impaciente, que no se presenta de modo áspero ni sufre por la nostalgia del pasado.”.

El Papa que pronunció su homilía durante el rito de beatificación, afirmó que Luciani representa el rostro alegre de la Iglesia. “La sonrisa del alma” amada por Dios. Ahora, el 26 de agosto de cada año, los fieles de la Iglesia católica podrán celebrar la memoria del nuevo beato: Albino Luciani. Así se cierra un excursus de la causa de canonización, que duró 19 años. 

Muerte de Juan Pablo I

Juan Pablo I murió repentinamente (28.09.1978), después de apenas 34 días de pontificado. La segunda postuladora, Stefania Falasca, afirmó, días antes de la misa, que papa Luciani había muerto por causas naturales, ”un infarto”, y rechazó las falsas noticias que sostienen la tesis de un asesinato.

La visión del cadáver, la descripción de las manchas que permitieron restablecer el momento de la muerte, llevaron a los dos médicos a decretar la de Luciani como "muerte súbita”.

La sonrisa del alma

Por su parte, el papa Francisco recordó a Juan Pablo I como una figura humilde, fiel a Jesús y lleno de entusiasmo apostólico, pleno en un amor auténtico a la Cruz.

“Roguemos a este padre y hermano nuestro, pidámosle que nos obtenga “la sonrisa del alma”; supliquemos, con sus palabras, aquello que él mismo solía pedir: «Señor, tómame como soy, con mis defectos, con mis faltas, pero hazme como tú me deseas» (Audiencia General, 13 septiembre 1978). 

Precisamente, el 27 de septiembre concluyó su magisterio pontificio con la catequesis sobre la caridad, con un estilo de vida pobre y humilde, como indica su hagiografía oficial. 

Humildad

Precisamente, Francisco en su homilía aseguró que Papa Luciani “encarnó la pobreza del discípulo, que no implica sólo desprenderse de los bienes materiales, sino sobre todo vencer la tentación de poner el propio “yo” en el centro y buscar la propia gloria. Por el contrario, siguiendo el ejemplo de Jesús, fue un pastor apacible y humilde. 

Se consideraba a sí mismo como el polvo sobre el cual Dios se había dignado escribir (cf. A. Luciani/Juan Pablo I, Opera omnia, Padua 1988, vol. II, 11)”. 

Por eso, citó a Albino Luciani que decía: «¡El Señor nos ha recomendado tanto que seamos humildes! Aun si habéis hecho cosas grandes, decid: siervos inútiles somos» (Audiencia General, 6 septiembre 1978). 

Amar

Asimismo, el Papa instó a los presentes a mirar a Jesús y al nuevo beato que entendió el amor sin cálculos y sin buscar el poder. 

“Amar; aunque cueste la cruz del sacrificio, del silencio, de la incomprensión y de la soledad”, dijo Francisco. 

“Porque —como dijo también Juan Pablo I— si quieres besar a Jesús crucificado «no puedes por menos de inclinarte hacia la cruz y dejar que te puncen algunas espinas de la corona, que tiene la cabeza del Señor» (Audiencia General, 27 septiembre 1978). 

Alegría

“El amor hasta el extremo, con todas sus espinas; no las cosas hechas a medias, las componendas o la vida tranquila”, agregó. 

Jesús nos pide esto” - sostuvo el Papa - “vive el Evangelio y vivirás la vida, no a medias sino hasta el extremo. Sin concesiones”. 

Reliquia 

Entretanto, durante el rito, fue presentada al Papa una reliquia del “beato”: una hoja de papel amarillenta con notas sobre las virtudes teológicas. Incluso, el día de su muerte tenía en sus manos la notas manuscritas sobre la virtud de la prudencia en el centro de la catequesis de la audiencia general del miércoles siguiente. 

De este "sanctum sanctorum" se extrajo la reliquia que no fue un fragmento de hueso o parte del cuerpo, como siempre fue el caso, sino un trozo de papel. 

Milagro

El 13 de octubre de 2021 fue publicado el decreto con el que el papa Francisco reconoció el milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo I en favor de una niña de la arquidiócesis de Buenos Aires, Candela Giarda, que estaba a punto de morir por una enfermedad cerebral. La joven argentina no ha podido venir a Roma porque ha sufrido una fractura en la pierna. 

“La sonrisa del Papa”, pintada por artista chino

En la Plaza de San Pedro -durante la ceremonia- se descubrió el retrato del beato Juan Pablo I, pintado por el artista chino Yan Zhang.

La causa de canonización se abrió en la diócesis de Belluno-Feltre el 23 de noviembre de 2003 y se concluyó el 9 de noviembre de 2017 con el decreto de la proclamación de las virtudes heroicas. Y hoy, tuvo lugar el rito solemne de beatificación en la plaza de San Pedro. 

Celebración 

La Plaza de San Pedro lució lluviosa y gris, pero rebosante de alegría, como indicó el Papa Francisco en su predicación dominical. Muchos fieles romanos participaron con sombrillas e impermeables.

Concelebraron la misa y rito, los cardenales Beniamino Stella, postulador de la causa y Pietro Parolin, presidente de la fundación Juan Pablo I. Además participó el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos del Vaticano. 

Participaron en la misa 390 clérigos, entre cardenales (40), obispos (150) y sacerdotes (200).

Ángelus 

Tras la oración mariana del ángelus, al final de la ceremonia, el Papa dirigió su reflexión y oración por el pueblo de Ucrania. “Quiero dirigir mi oración a la Virgen María para que obtengamos el don de la paz en el mundo, especialmente en la martirizada Ucrania”. 

“La Virgen - la primera y perfecta discípula del Señor - dijo el Papa - nos ayude a seguir el ejemplo de santidad de vida del beato Juan Pablo I”, concluyó. 

La comunión fue distribuida por 162 sacerdote y diáconos. El Papa saludó a las delegaciones oficiales y a los obispos del mundo presentes. Agradeció a los fieles de Venezia, Belluno y Vittorio Veneto, lugares del peregrinar terreno de Albino Luciani.

Cabe recordar que este sábado en la noche se realizó una vigila de oración en preparación de la beatificación de Juan Pablo I,  en la Basílica de San Juan de Letrán.

Allí se escuchó el testimonio de P. Juan José Dabusti, Sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires (Argentina) sobre el milagro por intercesión de Juan Pablo I. 

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