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Consultorio: “Me he jubilado, me aburro y se me ocurre hasta ser infiel”

Al jubilarnos, es frecuente la sensación de haber perdido el rumbo.

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Orfa Astorga - publicado el 17/08/22
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La terapeuta Orfa Astorga habla de qué ocurre en nuestra vida con el paso de los años, cuando decae el entusiasmo, y cómo recuperar el sentido de la vida y favorecer la longevidad

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—Alguna vez leí que la vida es aquello que ocurre una vez que se han esfumado nuestras ilusiones. Esto es precisamente lo que me pasa y resulta difícil de aceptar —contaba en consulta un señor de edad madura evidentemente deprimido.

—¿A qué se refiere cuando dice que se han esfumado sus ilusiones? —le pregunté con tono de confianza. 

—Verá usted, mis hijos ya han abandonado el nido, por lo que mi esposa ni suda ni se acongoja, mientras que yo, recién jubilado y con un buen plan de retiro, no encuentro “mi campito”, y cuando se supone que empiezo a relajarme para una mejor calidad de vida, mis análisis de laboratorio siguen mostrando toda una colección de achaques, a pesar de seguir al pie de la letra las indicaciones médicas.

Me pasa que, como ya no tengo la necesidad y el acicate por luchar como antes, ahora, fácilmente me aburro. Al principio, sí me la pasaba entretenido con diferentes actividades y aficiones, luego poco a poco, he ido perdiendo el entusiasmo.

Me siento peor que cuando joven pasaba por duras frustraciones, solo que entonces, la solución era enfrentar o resolver una realidad concreta, y en eso me concentraba. Mas ahora el aburrimiento aparece en mi vida como algo muy indefinido.

La peregrina idea de ser infiel

Abrumado, hasta se me ocurrió la peregrina idea buscar una aventura, usted sabe… una escapada de infidelidad. Afortunadamente no llegué a cometer esa estupidez.

—Bueno, llegados a este punto, es necesario aclarar que el aburrimiento es resultado del vacío existencial.

—Eso del vacío existencial suena muy filosófico.

El aburrimiento provoca alteraciones

—No lo es tanto, si consideramos que el aburrimiento que este produce, puede llegar a ser mortal, pues provoca alteraciones psicológicas como obsesiones, vicios, adicciones, infidelidades, depresión y hasta el suicidio.  Algo que afecta bastante a los jóvenes cuando no logran un proyecto de vida que los ilusione, o cuando tienen una vida demasiado cómoda y resuelta.

Llenar el tiempo con sentido

—Bueno, yo soy adulto, y tengo una vida resuelta a base de mucho esfuerzo. ¿Cómo es que tal cosa se me puede aplicar?

—El problema es el tiempo libre, no solo respecto de algo, sino también para algo, y en su caso el vacío existencial se produce por no saber cómo, o con qué llenar ese tiempo con verdadero sentido, porque no logra construirlo desde su interior.

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Cómo sé si tengo vacío existencial

Es por ello que el primer síntoma de vacío existencial se nota cuando necesitamos que otros, o algo, nos distraiga y entonces buscamos pasatiempos o relaciones de los que dependemos.

—Entiendo, pero entonces… ¿cómo me edifico en mi interior?

La propuesta es recuperar toda su vida pasada, presente, y sobre todo, futura, renovando su verdadero sentido, y la mejor manera de hacerlo, es seguir siendo fiel a todos sus compromisos adquiridos, comenzando por el matrimonio.

Segunda conversión al amor

—¿Otro concepto de fidelidad?

Sí, se trata de una segunda conversión al amor, como el mejor modo de afirmarse en la vida, disfrutando de sus logros, sin caer en lo mundano, para lo cual lo más importante en su etapa es crecer en la fe.

Es una nueva conversión en la que se vive la fidelidad a Dios en lo pequeño, y aun, a lo más pequeño, y el ámbito de estas pequeñas cosas, son todas las actividades, como el trabajo, la vida familiar, las relaciones sociales, el descanso, etc. Todos son espacios de encuentro con el creador.

Mi consultante no se jubiló de la vida, se enfocó en un reencuentro con Dios y con su prójimo, lo que le inspiró nuevas formas de seguir activo.

Tiempo después sus análisis de laboratorio salían en rangos de normalidad.  

La longevidad se relaciona con dar un sentido a la vida, con ilusiones humanas y espirituales, independientemente de la edad que se tenga, pues el hombre es siempre un proyecto inacabado. Con todo, las pruebas con su toque de dolor jamás se agotarán, por lo que solo existe una manera de hacer frente a la vida y reforzar el sistema inmunológico: tener siempre una tarea que cumplir.

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