¿Tienen futuro todavía hoy los monasterios o conventos de monjes o monjas de clausura? La respuesta, en un mensaje audio de WhatsApp, ofrecida por una religiosa clarisa, se está convirtiendo en viral: “¡tenemos presente!”.
La ha enviado la madre María Rocío Aguado Esteban, abadesa de las Hermanas Clarisas del Monasterio Corpus Christi de Segovia, en preparación del 12 de junio (solemnidad de la Santísima Trinidad), día en el que la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus.
Este día está dedicado al conocimiento, el apoyo y la oración por los hombres y mujeres que han decidido consagrar totalmente su vida a Dios en la oración y el trabajo de los monasterios.
En algunos países, a causa de la falta de vocaciones, algunos de estos conventos están cerrando. Por este motivo, la madre María Rocío reconoce que algunas personas constatan con frecuencia “que no tenemos futuro, que esto se está acabando”.
“No tenemos futuro; tenemos presente”
“Lo que Dios disponga --comenta--. Pero yo siempre digo: ‘no tenemos futuro, ni nos importa. Porque lo que tenemos es presente, presente en las manos de Dios’”.
“En un momento en el que se cierran conventos, porque se descarta todo, y parece que estamos mejor si nos vamos a otro sitio con otras hermanas, es habitual que muchas hermanas mayores sufran”.
“Porque nos pueden quitar todo. El convento y las hermanas se pueden morir. Pero nadie nos puede quitar a Dios. Dios nos tiene a nosotras. Eso es lo que somos. Somos una lamparita que quiere alumbrar al mundo”.
Sor María Rocío ha enviado su mensaje a la Fundación DeClausura, entidad sin ánimo de lucro que nació para ayudar a los monasterios y conventos.
Los contemplativos: signos de la existencia de Dios
En el audio, la superiora sigue reflexionando: “En este mundo de descarte, la vida de una monja de clausura aparentemente no tiene ningún sentido. Sin embargo, nosotras hacemos al mundo preguntarse por Dios”.
“Porque cada vez que una persona se pregunta ‘¿qué pintan esas monjas ahí?’, en el fondo, se están preguntando: ‘¿y eso? ¿Y Dios?’ Y eso es bueno. Porque Dios es y existe”.
“Dios se manifiesta en la debilidad, mejor que en la grandeza de un convento con gran riqueza”, sigue constatando.
“¿No está a lo mejor ahí?”, se pregunta la abadesa. “Dios está en lo sencillo y en el humilde, como el Espíritu Santo, en la brisa, no en el agua, ni en el fuego. Él es el Enamorador que nos enamora cada día. Nos apasiona solamente ser en Dios”.
Con los ojos en el Cielo, y los pies en la Tierra
La superiora, según ella misma revela, les dice habitualmente a las religiosas de su comunidad: “nosotras somos almas orantes contemplativas; almas orantes en medio de la Iglesia, con los ojos del corazón y todo el ser en el Cielo, pero con los pies en la Tierra”.
“Estamos en medio de nuestro mundo, para dar alabanza a Dios y para tender la mano al hombre de hoy”.
“No tenemos nada. No somos nada. Incluso, si una monja muere, prácticamente nadie se entera. El mundo no cambia. ¿O sí? No lo sé. Dios sabe”.
La superiora constata que “las contemplativas hacemos profesión de pobreza. Es cierto que no tenemos lugar, pero somos humanas y el corazón se desarrolla en una iglesia, en la diócesis, en el lugar al que Señor nos llamó siendo jóvenes. Hay hermanas que llevan 70 u 80 años en un mismo convento y lo aman. No es apego a unas paredes, es amor a un lugar con gente, con rostros…”.
Agradecimiento por la ayuda
Por eso, la religiosa agradece el “cuidado amoroso a las almas contemplativas, que nos hace cada día tener más consciencia de lo que somos en las manos de Dios”.
“Agradecemos mucho que os acordéis de nosotros”, dice la abadesa a las personas que ayudan a su monasterio a través de la Fundación DeClausura. “Nosotras, con cualquier ayuda, sea lo que sea, nos ponemos muy contentas, porque lo necesitamos”.
“Así que todo lo que sea, poco o mucho, nos da igual. Es que todo lo agradecemos mucho. Hay que compartir, repartir, que es la gran alegría de los cristianos: compartir nuestra pobreza y compartir nuestra gran riqueza, que es Dios. Así que todo sea bienvenido”, concluye sor María Rocío.
Es posible a ayudar a las Clarisas del Corpus Christi de Segovia en este enlace: www.declausura.org/donativos