Se llama “sopra” Minerva (arriba de Minerva), porque en la zona de la basílica, la plaza y el convento anexo, se encontraban tres templos paganos dedicados a Minerva, Isis y Serapis.
Esta zona era el área sagrada más grande de la época romana que albergaba varios edificios religiosos.
En el siglo VIII ya existía un oratorio dedicado a la Virgen con el topónimo “Minervum”. Estaban a cargo las monjas basilianas de Constantinopla.
En el año 1255 el papa Alejandro IV funda en este lugar una comunidad de convertidas. La iglesia pertenecía a las benedictinas de Campo de Marte.
En 1266, el oratorio pasa a los dominicos, con el complejo conventual conocido como 'insula sapientiae'.
En los primeros años del siglo XIV esta comunidad dominicana se consolida como una de las más importantes de Roma, estando compuesta por más de 50 frailes.
Desde el 1557 la iglesia posee el título cardenalicio, y su primer cardenal fue Michele Ghislieri, que luego en el 1566 fue elegido como Papa tomando el nombre de Pío V quien elevó la iglesia al título de basílica menor.
La Iglesia gótica
En 1280 comienza la construcción de la gran iglesia gótica de tres naves por parte de los dominicos, gracias a los fondos donados por el papa Bonifacio VIII.
Las tres naves están divididas por 12 pilares, y termina en el crucero, con la capilla y el coro.
La basílica presume de una colección impresionante de obras de arte, tanto pictórica como escultórica.
En la escalinata cerca del coro, del lado izquierdo del altar, se encuentra el majestuoso Cristo Resucitado, encargado a Miguel Ángel en el año 1514.
Para llegar admirar la basílica en su actualidad pasaron siglos de trabajo arquitectónicos y de arte, por eso podemos ver en su interior diversos estilos, como el monumental del Renacimiento romano evidente en las tumbas de los papas de la familia Medici, León X y Clemente VII, obras de Antonio da Sangallo, y en la preciosa Capilla Aldobrandini.
No solo papas enterrados
En la basílica no solo están enterrados personajes de la aristocracia romana y algunos Papas, también están sepultados allí dos grandes patronos: santa Catalina de Siena, patrona de Europa, y el patrono universal de los artistas, el Beato Angelico.
La tumba de santa Catalina se encuentra debajo del altar mayor. Al interno de un sarcófago se encuentran sus restos, menos el cráneo que se encuentra en Santo Domingo de Siena, el pie izquierdo que se encuentra en Venecia y una mano que se encuentra en el Monasterio del Santo Rosario en Monte Mario.
Una curiosidad: el “Rito de las solteronas”
Todos los 25 de marzo en la basílica se llevaba a cabo un rito curioso llamado el “Rito de las solteronas”.
En el día de la Anunciación, con grandes «pompas» pontificias, se entregaba la dote a las solteronas pobres de Roma, que a causa de sus bajos recursos les era muy difícil encontrar marido en esa época.
Estas celebraciones se llevaron a cabo desde el siglo XV al Siglo XIX.
La iglesia era decorada con numerosas luces, tapices, festones de frutas y verduras. Y el “Rito de las solteronas” debía ser presidido por el mismo papa que llegaba a la zona con una suntuosa procesión.