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El Cristo Resucitado de Miguel Ángel, en sus dos versiones

MINERVA
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Maria Paola Daud - publicado el 27/04/22 - actualizado el 12/04/23
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Jesucristo abraza el instrumento de su pasión, la Cruz... una bella imagen que nos hace reflexionar sobre la salvación del mundo

En la preciosa basílica de Santa María Sopra Minerva, de entre tantas de las maravillosas obras que adornan esta iglesia podemos encontrar la magnífica estatua de Cristo Redentor de Miguel Ángel.

La estatua se encuentra cerca de la escalinata que conduce al coro, a la izquierda del altar. Encargada en 1514 fue esculpida en un bloque único de mármol blanco de 205 cm de alto.

Las dos estatuas

En realidad fueron dos estatuas, la primera versión la trabajó el mismo Miguel Ángel, hasta casi terminarla, y tuvo que interrumpir su trabajo por la aparición de una gran veta oscura en el mármol, que prácticamente atravesaba toda la mitad del rostro de Cristo.

MICHELANGELO

La segunda versión, la actual, se comenzó a realizar en el 1518, con la colaboración de sus alumnos Pietro Urbano y Federico Frizzi, debido a los varios compromisos que tenía el gran artista en el Vaticano.

La prisa con la que fue hecha debido a que el contrato ya había rescindido, lo obligó a entregar una obra realizada bastante banal y llena de errores.

Miguel Ángel, que era perfeccionista hasta los mínimos detalles, quiso hacer una tercera versión de este Cristo Resucitado, pero al cliente se le había acabado la paciencia, por lo que pidió quedarse con esta.

Por lo tanto existen dos versiones de este Cristo de Minerva: la primera versión (con la vena negra) durante mucho tiempo se creyó perdida, hasta que en 2000 fue identificada por Irene Baldriga. La localizaron en el monasterio de San Vincenzo Martire de Bassano Romano, mientras que la segunda es la que se conserva en Roma.

La estatua de Roma, fue colocada el 27 de diciembre de 1521, y cabe señalar que el Cristo estaba originalmente desnudo y que las vestiduras doradas se agregaron más tarde, después del Concilio de Trento (1545-63).

Un Cristo que mira la humanidad

El artista, se lee en el sitio oficial de la basílica, ha querido representar toda la fuerza del Cristo resucitado mediante el tratamiento anatómico del cuerpo. Jesucristo abraza el instrumento de su pasión, la Cruz, fuente de fuerza para todos aquellos que creen en Dios.

La muerte no ha sido el fin de la vida de Jesucristo y esta obra de arte plasma justamente el momento de su resurrección de entre los muertos. De la muerte y resurrección de Cristo, según el credo cristiano, ha surgido la salvación de la humanidad.

El Cristo de nuestra escultura gira su rostro hacia un lado, como mirando a un público ideal, y lo hace porque quiere mostrar su semblante, semblante que expresa su amor por la humanidad. santamariasopraminerva.it

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