separateurCreated with Sketch.

Indignación por robo de hostias consagradas en iglesia colombiana

COLOMBIA
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Lucía Chamat - Aleteia Colombia - publicado el 29/04/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Un nuevo acto de violencia contra un templo católico ocurrió en Colombia, en la ciudad de Tunja, donde robaron las hostias del Sagrario.

Gran dolor causó en la comunidad católica de Colombia la profanación de uno de sus templos. En la parroquia de Santa Ana de la ciudad de Tunja robaron las hostias consagradas que se guardaban en copones dentro del sagrario. También las ofrendas que se depositaban en la alcancía y un cáliz.

COLOMBIA

Este hecho, ocurrido en la madrugada del 27 de abril, generó indignación y rechazo por parte de los habitantes del barrio Gaitán. Lo mismo en cientos de colombianos que se unieron a la Eucaristía de reparación celebrada. Sucedió este jueves 28 a las cuatro de la tarde en el mismo templo.

“Este es un acto muy delicado sobre todo cuando se profana las hostias consagradas, puede darse expulsión de la iglesia y solo el regreso lo puede permitir el Papa”, dijo el arzobispo de Tunja, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos. Lo dijo al denunciar y lamentar el hecho ante medios locales.

COLOMBIA

Ruptura en el techo

“Fui informado por el párroco de Santa Ana que habían saqueado el Sagrario con algunos objetos religiosos como la alcancía de la parroquia. Al parecer hicieron una ruptura por encima del techo y los que lo hicieron descendieron. Parece que pudieron haberse afectado, porque había algunas manchas de sangre en la bajada de techo”, agregó el obispo.

Los vecinos escucharon ruidos durante la noche. Sin embargo, no supieron que lo causaban ladrones dentro de la iglesia hasta que al día siguiente en la mañana el párroco lo informó. La indignación aumentó al saber que no habían respetado el Santísimo durante el hurto.

COLOMBIA

Abstenerse de hacer negocios

En el comunicado a la opinión pública la Arquidiócesis de Tunja pidió a los fieles “abstenerse de aceptar negocios con los objetos sagrados que fueron robados".

Y prosiguió: "Exhortamos a los sacerdotes y responsables de templos, capillas y oratorios, fortalecer la seguridad de dichos lugares, para evitar ser víctimas de personas inescrupulosas”.

Por su parte, las autoridades de Policía iniciaron la investigación una vez tuvieron conocimiento del hecho. El coronel Héctor Manuel Sacristán, comandante operativo de la Policía de Tunja, dijo a los medios de comunicación que rápidamente  “se activó el cuerpo élite de seguridad, se adelantó la inspección al lugar de los hechos […] se adelantaron labores de vecindario entrevistando algunos residentes y verificando las cámaras de seguridad ubicadas en la zona”.

En los próximos días se llevarán a cabo oraciones y misas. Esto para reiterar el pedido de perdón a Dios por quienes cometieron este sacrilegio al robar elementos sagrados.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.