Nació en Alejandría (Egipto), donde recibió su formación filosófica y teológica. A los 24 años, en el 325, ya era diácono y acompañó al obispo Alejandro de Alejandría al concilio de Nicea I en 325.
En el concilio mostró ser un defensor de la fe, expresada en Nicea, y disponer de argumentario contra los herejes arrianos, que negaban que Jesús fuera Dios igual que el Padre.
En el año 328 fue elegido obispo de Alejandría. Entonces los arrianos trataron de influir en el emperador para acabar con él.
Por esta causa fue detenido y desterrado cinco veces. Eran tiempos de Constantino I, Constancio II, Juliano el Apóstata y Valente.
En sus destierros conoció más a fondo la vida de los monjes del desierto. Así fue como escribió la vida de san Antonio Abad (Vida de Antonio) y se propuso impulsar la ordenación de sacerdotes entre los monjes.
Además, san Atanasio promovió la evangelización en el sur de Egipto hasta Etiopía.
Oración
Dios todopoderoso y eterno,
que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, fortalecidos con su doctrina y protección,
te conozcamos y te amemos cada vez más plenamente.
Por nuestro Señor Jesucristo.