El papa Francisco ha realizado hoy un discurso histórico dirigido a Europa en medio de la guerra de Ucrania en el que denunció el egoísmo detrás de “pretensiones de intereses nacionalistas” de "algún poderoso" y que producen solo muerte y destrucción, en una posible alusión al presidente Vladimir Putin, sin llamarlo por nombre y apellido.
“El viento gélido de la guerra, que sólo trae muerte, destrucción y odio, se ha abatido con prepotencia sobre la vida de muchos y los días de todos”. Lo dijo Francisco ante las Autoridades y los Miembros del Cuerpo Diplomático de Malta reunidos en la Sala del Gran Consejo del Palacio del Gran Maestre, en la Valetta.
“Y mientras una vez más algún poderoso, tristemente encerrado en las anacrónicas pretensiones de intereses nacionalistas, provoca y fomenta conflictos, la gente común advierte la necesidad de construir un futuro que, o será juntos, o no será.
Ahora, en la noche de la guerra que ha caído sobre la humanidad, no hagamos que desaparezca el sueño de la paz”.
Asimismo, señaló que las pretensiones “infantiles” por parte de “algunos poderosos” es un escándalo, dado que estos líderes no piensan mínimamente en su pueblo o en las consecuencias de conflictos que tienen consecuencias mundiales.
"Cuánto necesitamos una “medida humana” frente a la agresividad infantil y destructiva que nos amenaza, frente al riesgo de una “guerra fría ampliada” que puede sofocar la vida de pueblos y generaciones enteros.
Ese “infantilismo”, lamentablemente, no ha desaparecido. Vuelve a aparecer prepotentemente en las seducciones de la autocracia, en los nuevos imperialismos, en la agresividad generalizada, en la incapacidad de tender puentes y de comenzar por los más pobres".
En su primer día en Malta, aniversario de la muerte de Juan Pablo II que visitó la isla dos veces, este sábado 2 de abril de 2022, el Papa ha denunciado “las ideologías” que son nuevas dictaduras que atentan contra la vida y su dignidad (desde que se nace hasta que se muere).
El Papa denunció que la crisis migratoria y la indiferencia son dos caras de la misma medalla. El Papa pidió ayudar a los desplazados de los conflictos y mostró su dolor por el estallido de la guerra en Ucrania.
El Papa ha pedido hacer “renuncias” por un “bien más grande”. Además porque se consideraba impensable una nueva guerra fría o una nueva grande guerra en el corazón de Europa.
“Del este de Europa, del Oriente, donde surge antes la luz, han llegado las tinieblas de la guerra. Pensábamos que las invasiones de otros países, los brutales combates en las calles y las amenazas atómicas fueran oscuros recuerdos de un pasado lejano”.
Tras el saludo del Presidente de la República de Malta, George William Vella, el Obispo de Roma pronunció su discurso en el que afirmó que Malta, “que resplandece con luz propia en el corazón del Mediterráneo, puede inspirarnos, porque es urgente devolver la belleza al rostro del hombre, desfigurado por la guerra”.
"Pero la solución a las crisis de cada uno es hacerse cargo de las de todos, porque los problemas globales requieren soluciones globales", afirmó el Papa.
En un discurso dirigido también a los líderes del mundo, invitó "volvamos a reunirnos en conferencias internacionales por la paz, donde el tema central sea el desarme, con la mirada dirigida a las generaciones que vendrán".
Francisco insistió que con el dinero que no se invierte en armas se dignifique la humanidad:
"Y que los cuantiosos recursos que siguen siendo destinados a los armamentos se empleen en el desarrollo, la salud y la alimentación".
Asimismo, en el contexto del Mediterráneo, el Papa subrayó que “el Mare Nostrum no puede seguir siendo el cementerio más grande de Europa”.
Entretanto, el Papa destacó que los migrantes no son un “virus” o representan una “amenaza de invasión” por combatir y por ello indicó que la “indiferencia” no fue la enseñanza que ha dejado San Pablo en la isla del Mediterráneo, al contrario, remarcó el sentido de “hospitalidad” muy presente en el pueblo maltés.
“El otro no es un virus del que hay que defenderse, sino una persona a la que hay que acoger, y "el ideal cristiano nos invitará siempre a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el miedo a ser invadidos”.
Por supuesto, “aceptar cuesta esfuerzo y requiere sacrificio. Este fue también el caso de San Pablo: para salvarse fue necesario sacrificar primero los bienes de la nave (cf. Hechos 27:38). Pero las renuncias hechas por un bien mayor, por la vida del hombre, que es el tesoro de Dios, son santas.”.
Por ello, pidió a Europa que actúe con una responsabilidad compartida en el tema de la gestión de los flujos migratorios provenientes del Norte de África, los conflictos en Oriente Medio, y de la actual tragedia en el corazón de Europa con casi 4 millones de desplazados ucranianos.
Después del discurso, el Papa se trasladó al balcón para saludar a los presentes en la plaza, especialmente jóvenes venidos de toda la Isla.
A continuación, el Papa, antes de abandonar el Palacio, posó para una foto con los diputados y, tras despedirse del Presidente de la República, se trasladó en coche a la Nunciatura Apostólica en Malta.