Hace unos días daba la vuelta al mundo un vídeo en el que una hermosa niña cantaba dentro de un refugio antiaéreo de Kiev, la capital ucraniana. La pequeña Amelia, sonriente, entonaba el tema principal de la que probablemente sea una de sus películas favoritas, ‘Frozen’ de Disney.
Al principio, Amelia aparecía algo intimidada por la situación antes de decidirse a cantar. En el vídeo, se ve a otras personas en el refugio, inmersas en unos quehaceres que abandonan inmediatamente con las primeras notas de la canción de Amelia. La voz de la niña llena todo mientras muchos graban con sus teléfonos la actuación de la joven artista. Al terminar la canción, Amelia sonríe y se oyen los aplausos.
El vídeo está en redes sociales y acumula millones de visualizaciones. La ternura del momento refleja, por otro lado, la atrocidad de la guerra que obliga a los niños a esconder su infancia en un búnker.
Tanto se difundió la canción de Amelia que hasta los propios compositores de la exitosa banda sonora de la película la encontraron en Internet.
Kristen Anderson-Lopez, autora del tema “Let it go”, retuiteó el vídeo con un cariñoso mensaje para Amelia: “Mi esposo y yo escribimos esta canción como parte de una historia sobre la curación de una familia que sufría. La forma en que la cantas es como magia que ilumina tu corazón y cura a todos los que la escuchan. ¡Sigue cantando! ¡Estamos escuchando!”.
Tras seis días en el búnker, donde ya escaseaba la comida y el agua, los padres de la pequeña decidieron enviarla a Polonia. Viajó durante dos días junto a su hermano de 15 años hasta llegar al país vecino, donde les esperaba su abuela. Su madre ya se ha reunido con ellos, pero su padre sigue en Kiev.
La canción de Amelia llegó también hasta los oídos de los organizadores del concierto benéfico “Together with Ukaine” que se celebró en la ciudad polaca de Lodz. Quisieron que fuera la pequeña quien abriese el recital entonando el himno nacional ucraniano titulado “Ще не вмерла України”, es decir, “Ucrania aún no ha muerto”. Amelia cantó a capella en medio de un total silencio iluminada por las luces de miles de teléfonos móviles que registraron su emotiva actuación.
En medio de la desgracia de haberse convertido de la noche a la mañana en refugiada, Amelia pudo así cumplir con el sueño de cantar ante un gran público y también junto a una de sus cantantes favoritas, la ucraniana Tina Karol, que compartió escenario con la pequeña.