El próximo viernes, 18 de marzo, llega a los cines españoles Corazón de Padre, uno de los más bellos, actuales y completos documentales sobre la figura de San José, que hinca el diente con profundidad en el peso que el padre de Jesús tiene hoy día en la humanidad. Gestionado por Goya Producciones, distribuido por European Dreams Factory, con el apoyo en la promoción de Bosco Films, dirige el trabajo el reconocido guionista Andrés Garrigó. Por fortuna, ALETEIA ha estado con él.
¿Cómo nace esta historia?
Estábamos terminando el rodaje de nuestro último biopic sobre Petra de San José, que tuvo apariciones del Santo Patriarca, y nos dimos cuenta de que no existía filme alguno que mostrara que San José está hoy más activo que nunca. La decisión la tomamos seis meses antes de que el Papa Francisco declarara el Año de San José.
¿Cómo se ha desarrollado el proceso de documentación?
Para mí ha sido lo más fascinante. San José es un pozo sin fondo de vivencias y milagros. Primero reunimos unos veinte libros sobre el tema, no muy actuales y útiles para un filme. Emprendimos pues un viaje de investigación en busca de sus huellas. Hurgamos por todas partes, no solo en España y Europa, sino también en América y Asia. Y descubrimos hechos y testimonios increíbles. Por ejemplo, que San José estuvo en las apariciones de Fátima, o que ha seguido apareciéndose después, de esto recogimos un testimonio vivo en Nazaret.
¿Por qué el cine no ha explotado la imagen de San José?
Tal vez porque el Evangelio nos habla tan poco de él. Su silencio echaba para atrás a los productores… Pero sospecho que la causa principal es la ignorancia de la inmensa fuerza del personaje. Él es probablemente el mayor influencer del cielo y de la tierra después de su Hijo y de su Esposa. Ellos no le pueden negar nada. Por eso, quien le pide algo con fe no se va de vacío. Eso ya lo decía ya Santa Teresa y hasta ahora nadie la ha desmentido.
¿Qué necesidades tenía de dar a conocer al padre de Jesús?
Mi idea fue completar la Trinidad de la Tierra. En Goya Producciones habíamos dedicado una película a la Virgen (Fátima el Último Misterio) y otra a Jesús (Corazón Ardiente), faltaba José… Las tres forman una familia, y es precisamente el Padre lo que más necesitamos hoy, por estar tan desprestigiado y atacado en nuestra cultura woke.
En el documental se afirma que se ha hecho mucho más por conocer a San José en los últimos 150 años que en toda su historia. ¿Por qué?
Desde Pío IX hasta Francisco todos los papas han ido añadiendo títulos, honores y patrocinios a San José. Desde patrono de la Iglesia y modelo de los trabajadores, hasta protector de los moribundos o terror de los demonios. Pero también la devoción se ha extendido y han surgido santos muy josefinos como San André Besette, la beata Petra de San José, el beato Enrique de Ossó o San Josemaría Escrivá.
¿Cómo ha gestionado la selección de testimonios?
De dos maneras: sobre el terreno, yendo a los lugares de mayor culto josefino y preguntando allí, o bien desde la oficina, consultando fuentes. Llegamos a entrevistar a más de sesenta personas… y seleccionamos a unas treinta.
La idea del amor se presenta de diversas maneras. ¿Para qué sirve el amor?
San José bebió el amor en su Fuente: el mismo Dios hecho hombre, y en María su Madre. De esas Fuentes surgen todas las manifestaciones de Amor posibles e imaginables.
¿Lo que Ud. filma es cine religioso o cine con valores?
Si uno busca -y lo buscamos- lo mejor para llevar al público, no cabe duda que los mejores valores son los que provienen del Bien infinito. Los valores humanos son más o menos buenos en la medida que nos acercan a Dios.
¿Se ha redescubierto en algún aspecto a sí mismo en la gestación del documental?
Tal vez me he reafirmado más en la necesidad de ser audaz y confiar en Dios. Con su ayuda, y con la pericia del equipo de Goya, nos ha salido una película mucho más impactante de lo que soñaba al principio.
¿Hacia dónde considera que se dirige el cine documental?
Por desgracia el documental no está en auge en nuestra sociedad, que busca incansablemente lo más fácil, precisamente para no cansarse… Pero el documental bien hecho supera muchas veces la ficción aún cuando no sea inocua o grosera.
¿Cuál ha sido su mayor reto al hacer esta película?
Seleccionar, resumir y combinar de forma ágil el sinfín de datos e imágenes recogidos en la investigación. También la lucha contra la pandemia. Teníamos que rodar en Canadá pero no dejaban viajar. Lo resolvimos de manera ingeniosa.
¿Por qué no son muchos los cineastas que hacen cine religioso?
Iba a decir por falta de fe, pero también los hay con fe, que no lo hacen porque no les dejan, pues las productoras, los cines, o las plataformas creen que perderán dinero. Otras veces la negativa es un veto ideológico. Para lo que es Europa hoy, me parece que en España el cine católico va creciendo más que en la mayoría de países. Hay una minoría capaz de apoyarlo, pero estamos lejos del empeño de los protestantes en EEUU para apoyar su cine.
¿Cree que el formato documental es el más apropiado para rodar esta película?
Desde luego. Una historia de ficción no permite mostrar tantos personajes lugares y datos. Además la agilizamos con unas recreaciones de la vida de San José dirigidas por Pablo Moreno.
¿Cuáles serían las propuestas para sanear la economía del mercado cinematográfico?
En este ambiente turbulento de guerras y pandemias, no me atrevo a dar recetas. Yo me sirvo de la fe y del sentido común.
¿Qué reacción espera del espectador español?
Después de los primeros pases ya sabemos que Corazón de Padre tiene gancho y que los que la han visto salen conmovidos y encantados. Solo falta que funcionen bien el boca a oreja y las redes sociales, para que nadie se pierda este chollo.
¿Cuáles son sus referentes fílmicos?
Para no alargar la entrevista, me limitaré a uno: La Pasión de Mel Gibson.
¿Por qué empezó a hacer cine?
Por casualidad. Más claro: porque la Providencia montó el entramado de circunstancias inesperadas en el que me vi atrapado.
¿Qué ha aprendido de este trabajo?
A no desperdiciar la ayuda constante que nos brinda San José en todo.
¿A quién se dirige la historia?
A quien tenga curiosidad por aprender y agallas para digerir la verdad.
¿Veremos Corazón de Padre en plataformas?
Pregúnteselo a ellas. Por mí sí.