Acabamos de recibir el 2022, con alegría y llenos de esperanza. Estamos más que listos para recorrer este nuevo año de la mano del Señor, quien siempre camina a nuestro lado.
Este nuevo trayecto traerá satisfacciones y muchas bendiciones. Pero no faltarán los tramos empinados, los tropiezos y obstáculos que amenacen con sacarnos del camino.
Por eso, para permanecer unidos a Dios, necesitamos de los sacramentos, la oración, el apoyo de la comunidad espiritual y… ¡buenas lecturas!
Apenas arrancó el año desempolvé Camino, un clásico de la espiritualidad publicado por primera vez en 1.934, y que sigue tan vigente como el primer día.
Compuesto por 999 sentencias, este pequeño-gran libro está repleto de enseñanzas que emanan del Evangelio, agrupadas por temas.
Dice san Josemaría Escrivá que el objetivo de este texto es “que se alce algún pensamiento que te hiera, y así mejores tu vida”.
Así se sienten los consejos prácticos de este pequeño-gran libro, como alfilerazos certeros que llegan directo al corazón.
Son como alertas para que reaccionemos a tiempo, maniobremos y permanezcamos en ruta.
Las joyas de san Josemaría
He leído tantas veces este libro, que varias de sus frases ya hacen parte de mi conversaciones cotidianas.
Son joyas que tomo prestadas de san Josemaría, y las uso con pequeños giros:
Palabras que cuestionan
No discutáis, se recio, recógete, examínate, cállate, despréndete, reacciona, pretextos, no estorbes, ¡ánimo!… Así comienzan algunas sentencias de Camino, que se sienten como jalones de oreja, necesarios y oportunos.
Pero también hay puntos que nos cuestionan seriamente:
No quieres sujetarte a la Voluntad de Dios… y te acomodas en cambio, a la voluntad de cualquier criaturilla.
O qué tal este:
¿Por qué no te entregas a Dios de una vez…, de verdad… ¡ahora!
Y por supuesto, hay muchos que son como palmaditas cariñosas en el hombro:
Si supieras lo que vales!... –Es San Pablo quien te lo dice: has sido comprado pretio magno –a gran precio…
Dice san Josemaría, en la introducción, que no nos va a decir nada nuevo.
Efectivamente la mayoría de las cosas ya las sabemos, pero como somos olvidadizos y además, cada vez hay más distracciones en el camino que intentan alejarnos de la meta, ¡qué dicha que nos las refresquen!
Y los aforismos ganadores son…
Al comenzar este año, he revisado Camino con ojo cinematográfico. Seleccioné los mejores puntos, y a la manera de los galardones que se entregan en el mundo del cine, elegí mis “ganadores”, por categorías. Aquí están:
Para santificar el camino
Difícil escoger entre tantos pensamientos edificantes donde “aletea el espíritu de Dios”. Es el Señor quien nos habla, a través de estas joyas que regaló a san Josemaría.
Su lectura frecuente nos ayudará a tener más presencia de Dios, a rectificar, a ir quitando de nuestro camino todo lo que nos aleja del Señor, y del prójimo.
En definitiva, si meditamos y ponemos en práctica estos sabios consejos, nos iremos santificando. Y, además, llevaremos la luz a todos los que encontremos por el camino.
En este 2022 releamos Camino y dejémonos guiar, para poder encontrarnos con el Señor.