El papa Francisco dijo hoy que “nunca debemos olvidar” que los movimientos migratorios no son números: “No se trata de estadísticas sino de personas reales, con sus vidas en juego”.
Recientemente, el Papa rezó por la muerte de migrantes en un naufragio en el canal de la Mancha. En efecto, el Papa ha pedido reconocer el rostro humano detrás de la migración forzada.
Por ejemplo, el de Maryam Nuri Mohamed Amin, mujer kurda de 24 años, proveniente del norte de Irak. Ella se ha convertido en la primera víctima en ser identificada luego de que su embarcación naufragara en el canal de la Mancha el miércoles pasado.
Maryam Nuri Mohamed Amin es una de las 27 personas que intentaba llegar al Reino Unido desde Francia y que murió en el trágico naufragio. Su marido, que vive en Reino Unido contó a la BBC que le estaba enviando mensajes cuando sucedió la tragedia en el mar.
La historia de la joven esposa kurda ha conmovido algunos sectores de la opinión pública en Europa. Ella murió ahogada en el canal de la Mancha tratando de alcanzar a su marido, que escapó del Daesh. Los kurdos en Irak han sido los primeros en ser reprimidos por el Estado Islámico.