A las 12 del mediodía de este martes, volvían a constatar la increíble respuesta de amor y acompañamiento que ha despertado el terrible accidente. Los padres, hermanos y resto de familia de ‘Mariquilla’, la niña de 5 años fallecida el jueves día 4 al ser atropellada accidentalmente a la salida del colegio Montealto de Madrid, eran arropados por una multitud en el funeral celebrado en el centro escolar por el eterno descanso de la pequeña.
Todos los que han conocido la historia han quedado conmocionados, por la tragedia y por la reacción de la madre, María, abrazando y consolando a la otra madre del colegio que por accidente mató a su hija.
Ocurrió el pasado jueves. Un error al volante de una madre del colegio acabó en un horrible accidente. Atropelló a tres niñas. La pequeña, de 5 años, murió. Las dos mayores, de 12 y 10 siguen ingresadas en el hospital. Están graves pero fuera de peligro. María, la madre de la pequeña, salió del colegio Montealto, donde trabaja en secretaría, y tuvo tiempo para abrazar a su hija y decirle que la quería. Los intentos de reanimación no impidieron que Mariquilla partiera hacia el Cielo. En ese instante, María abrazó a la otra madre, rota por el dolor y la culpa del daño causado. Se fundieron en un conmovedor abrazo de perdón y consuelo.
El efecto del abrazo conmovedor
Así comenzó una historia que ha destapado lo mejor del ser humano cuando Dios está en sus vidas. Ese perdón. La reacción de todos los presentes desde el primer minuto. Y la manera de afrontar esos terribles momentos. El colegio, sus alumnos y todas sus familias se volcaron con todos. Esa misma tarde comenzó una cadena de oración que se difundió por Whatsapp.
Al día siguiente, Montealto dedicó el día a una Jornada de Oración en la que participaron niñas y padres. Se fueron sumando antiguos alumnos, miembros también de otros colegios del grupo Fomento. Iban llegando coronas de flores, mientras Madrid se conmovía profundamente con la historia. Esa misma tarde del viernes, una Vigilia de Oración. Después, funeral en el tanatorio. El sábado, funeral y entierro. Todo multitudinario.
La fuerza del abrazo entre las dos madres había saltado a los medios de comunicación.
También la reacción del colegio, abrazando a los afectados como una familia de familias. Desde entonces, las muestras de apoyo y cariño se han repetido desde muchos frentes, porque el ejemplo de respuesta en Dios ha calado hondo.
Cinco días después
Han pasado cinco días. Con el dolor presente por la pérdida de su hija (tienen otros 5 hijos) y el vacío irremplazable, los padres de Mariquilla –Àlex y María- se sienten también desbordados por lo que están viendo a su alrededor. Saben que detrás de todo está Dios. En una carta que han difundido por WhatsApp intentan responder a los miles de mensajes que están recibiendo y que no pueden contestar uno a uno. Piden oraciones, dan gracias por el Amor infinito de Dios y ruegan también por las otras dos niñas heridas y por la madre que causó el accidente.
Carta de los padres de Mariquilla
Os queremos
Estamos abrumados por tantísimas muestras de cariño pero como por el momento estamos metidos en nuestra cueva intentando curarnos unos a otros no sabemos ni la centésima parte de lo que estáis rezando. No nos vemos capaces de leer tantos mensajes de cariño porque estaríamos todo el día llorando y no nos lo podemos permitir ya que tenemos otros cinco pequeños de los que hacernos cargo, además de que vuestros mensajes son cada cual más cariñosos y repletos de amor y Fe. Os aseguramos que vuestras oraciones nos sostienen.
Sé que lo estáis haciendo pero os ruego muchas oraciones por las otras dos familias y por María, la madre que le ha tocado, a nuestro parecer, el peor trago del accidente y una vez más le repetimos que se abandone en el Señor para darse cuenta de que no tiene culpa alguna y que aunque sea incomprensible Nuestro Dios lo ha permitido para sacar bienes mayores.
En el tanatorio nos han contado varios testimonios de personas que estaban lejos de la Fe y que gracias a nuestra pequeña María han ido a rezar el Rosario a las iglesias y han salido muy reconfortados, les invitamos a que no lo dejen y continúen buscando al Señor para que le lleguen a conocer, amarle y dejarse amar por Él. El amor humano es finito pero el AMOR de Dios es infinito por lo que les invitamos a beber de la fuente del amor que nos puede dar una verdadera vida en plenitud y más adelante la vida eterna.
Tenemos que agradecer también el despliegue del Samur, policía y bomberos del ayuntamiento de Madrid que nos atendieron con tanto cariño y profesionalidad, de verdad que me hace estar muy orgulloso de mi patria, de nuestra España querida. Qué decir de nuestros colegios de Fomento: Montealto y El Prado y muchos otros que han demostrado con obras los valores cristianos que fomentan. Por supuesto a nuestra Madre la Iglesia que en nuestra diócesis de Madrid y muchas otras no han cesado en sus oraciones y muestras de apoyo.
Damos gracias a Dios por todos nuestros amigos y nuestra gran familia. Qué importante es cuidar de los amigos y de la familia y también nos permitimos pediros oraciones por ella que parece que algunos quieren hacerla desaparecer.
Mirad; María y yo para poder dormir compartimos a Dumbo, el elefante de peluche de nuestra bebé, pero con la certeza de que Mariquilla está gozando más que nunca en el cielo porque era una disfrutona de la vida y yo creo que ella sabía que solo allí podía estar mejor con su verdadero Padre y su verdadera Madre. A nosotros nos queda el consuelo de pensar que hemos dado todo para que nuestra Mariquilla haya estado muy bien cuidada y achuchada. Y damos gracias a Dios por estos cinco maravillosos años que nos ha regalado con ella.
Os queremos.
María y Àlex