Ha fallecido un superviviente del Holocausto judío que se convirtió en sacerdote católico y luego se mudó a Israel para servir a una comunidad católica. Será enterrado en Polonia en el cementerio judío donde sus hermanas y madre fueron asesinadas.
Superviviente del Holocausto
El padre Gregor Pawlowski, nacido Jacob Zvi Griner, se crio en una familia judía practicante en Zamosc, Polonia. En 1942, cuando tenía 11 años, el ejército alemán llegó a su ciudad y ordenó a todos los judíos que se marcharan, según informó National Catholic Reporter en un artículo de 2009 sobre el sacerdote.
Griner, su madre y sus dos hermanas se escondieron en el sótano. Cuando las tropas alemanas los descubrieron, Griner logró escapar, pero su madre y sus hermanas fueron llevadas al cementerio judío de Izbica, donde fueron víctimas de una masacre en una fosa común. Al padre de Griner también se le dio por muerto y su hermano Chaim escapó a la Unión Soviética.
Salvado por un certificado falso de bautismo católico
Empleando un certificado falso de bautismo católico que le dio un adolescente judío, Griner terminó en un orfanato católico dirigido por la Cruz Roja polaca.
Fue aquí donde Griner abrazó la fe católica, según informó National Catholic Reporter.
“Venía de una familia profundamente religiosa y quería desesperadamente la religión otra vez en mi vida”, afirmó.
Fue ordenado sacerdote católico en 1958 y tomó el nombre de “Pawlowski” de su certificado bautismal falso.
En 1966, decidió contar la historia de su pasado judío por primera vez.
“Empecé a ser consciente de que no había admitido quién soy y quién es mi pueblo”, contó a National Catholic Reporter.
En un artículo para un semanal católico polaco, escribió: “Algunos judíos quizás vean en mí a un traidor, pero me siento tan judío como ellos”.
Al reconciliar su fe católica con su identidad judía, dijo más tarde: “Jesús fue el mesías y también era judío, al igual que sus apóstoles”, recogía el artículo polaco.
Inmigrante en Israel
En 1970, el padre Pawlowski emigró a Israel, donde fue recibido por miembros del clero católico y por su hermano Chaim, que se había enterado de la historia de su hermano al leerla en un artículo de prensa cuatro años antes, según informó The Jerusalem Post.
Pawlowski era miembro del Vicariato católico de habla hebrea y, durante 38 años, ministró a una comunidad católica polaca en Jaffa. Mientras tanto, mantuvo siempre su identidad dual. La placa en la puerta de su apartamento tenía dos nombres: Gregorcz Pawlowski y, debajo, escrito en hebreo, Zvi Griner, su nombre de nacimiento.
En 1974, Pawlowski regresó al cementerio judío de Izbica, donde su madre y hermanas fueron asesinadas, y, junto a su hermano, levantaron una lápida en memoria de ellas. En la inscripción se leía:
Abandoné a mi familia
para salvar mi vida en tiempos de la Shoá.
Vinieron a llevarnos al exterminio.
Mi vida la salvé y la he consagrado
al servicio de Dios y la humanidad.
En esta época, el sacerdote estableció también un lugar de sepultura para él mismo junto al de sus familiares.
“Nací judío, viví como cristiano y moriré como judío”
Años después, según informa The Jerusalem Post, el rabí Shalom Malul, decano de la Amit Ashdod Yeshiva (una organización estadounidense de voluntarios en defensa de Israel y la Torá) en Israel, estaba de viaje por Polonia con sus estudiantes cuando se percató del memorial a la madre y hermanas de Pawlowski. Malul contactó con el sacerdote a su regreso a Israel y ambos entablaron amistad.
Según el artículo de The Jerusalem Post: “Malul dijo que Pawlowski le contó que había dedicado su vida a la Iglesia católica porque esta le había salvado la vida y sentía una intensa gratitud por ello, así que dedicó su vida a la Iglesia católica y su comunidad”.
El 25 de octubre, se celebró una misa fúnebre por el padre Pawlowski en la iglesia de San Pedro en Jaffa. La semana pasada, según los deseos de Pawlowski, fue enterrado en Polonia, junto a su familia, con una ceremonia judía.
“Pawlowski dijo: ‘Nací judío, viví como cristiano y moriré como judío’, y también que ‘mi corazón se siente judío’”, recordó Malul.
Su lápida está grabada con una imagen de panes y peces, simbolizando los milagros que realizó Jesús.