La calidad de los alimentos es también un problema de los países ricos. Millones de personas sufren de mal nutrición tanto en el norte y como en el sur del mundo.
Al recordar la Jornada Mundial de la Alimentación (JMA), 15 de octubre de 2021, el papa Francisco denunció la actual paradoja del acceso de los alimentos en el mundo.
“Por un lado, más de 3.000 millones de personas no tienen acceso a una dieta nutritiva, mientras que, por otro lado, casi 2.000 millones padecen sobrepeso u obesidad debido a una mala alimentación y a un estilo de vida sedentario.”
En efecto, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, anemia, algunos tipos de cáncer e infecciones, entre otros males, podrían ser causados por una mala alimentación. Una verdadera epidemia en los países de occidente, según expertos en el tema.
El Papa ha enviado un mensaje a Qu Dongyu, Director General de la FAO con motivo de la celebración de la JMA.
Adoptar soluciones innovadoras - pidió el Papa - para transformar la forma en que producimos y consumimos alimentos para el bienestar de las personas y del planeta.
El Obispo de Roma señaló que es urgente la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
Exhortó a proseguir "en los esfuerzos para que todos tengan acceso a dietas que garanticen la máxima sostenibilidad medioambiental y además sean adecuadas y a un precio asequible.".
Vencer el hambre es una meta ambiciosa, pero también lo es cambiar los estilos de vida poco saludables, insostenibles a nivel ambiental.
“La lucha contra el hambre exige superar la fría lógica del mercado, centrada ávidamente en el mero beneficio económico y en la reducción de los alimentos a una mercancía más, y afianzar la lógica de la solidaridad.”.
Entretanto, subrayó lo impostergable de esta misión “para acelerar la recuperación post-pandémica, combatir la inseguridad alimentaria y avanzar hacia el logro de todos los Objetivos de la Agenda 2030.”
“La pandemia nos da la oportunidad de cambiar el rumbo e invertir en un sistema alimentario mundial que pueda hacer frente con sensatez y responsabilidad a futuras crisis”.
Así en “la transformación de los sistemas alimentarios en beneficio de las personas y del planeta”.
En este sentido, “la valiosa contribución de los pequeños productores es crucial, facilitando su acceso a la innovación que, aplicada al sector agroalimentario, puede reforzar la resistencia al cambio climático”.
Ayudar a los campesinos, significa, según el Papa, “aumentar la producción de alimentos y apoyar a quienes trabajan en la cadena de valor alimentaria.”
En su alocución apoyó el tema propuesto por la FAO este año: “Nuestras acciones son nuestro futuro. Mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor”.
También hoy se celebra el día de la mujer rural. En la cuenta Twitter del Papa se lee:
“Las mujeres rurales tienen mucho que enseñarnos sobre cómo el esfuerzo y el sacrificio permiten construir tejidos sociales que aseguren el acceso a los alimentos, la equitativa distribución de los bienes y la posibilidad de que todos realicen sus aspiraciones.”.