Tras la Revolución Francesa, la creencia en la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía empezó a declinar y muchos sacerdotes y laicos quisieron recuperar esta enseñanza católica entre los fieles.
Una de las defensoras más fuertes para avivar esta creencia fue la laica, Marie-Marthe-Baptistine Tamisier. Fue una devota dicípula de San Pedro Julián Eymard, que pasó la mayoría de su sacerdocio enseñando a otros cómo aumentar su devoción a Jesús en la Eucaristía.
Tamisier no estaba contenta reservándose esta creencia para sí misma, por lo que empezó la petición a los obispos locales para llevar a cabo un Congreso Eucarístico, donde sacerdotes y laicos pudieran reunirse y centrarse en esta enseñanza católica.
Sus esfuerzos finalmente valieron la pena y el primer Congreso Eucarístico se llevó a cabo en Lille, Francia, el 21 de junio de 1881.
Fue un éxito sorprendente y se volvió un evento anual en Francia, que muy pronto se extendió a otras partes de Europa.
El primer Congreso Eucarístico en Estados Unidos se llevó a cabo en Chicago del 20-24 de junio de 1926.
Asistieron a la misa inagural en el Soldier Field aproximadamente 400,000 personas y 800,000 a la procesión llevada a cabo en el recién fundado Seminario St. Mary of the Lake.
En 1976 se celebró un importante Congreso Eucarístico, cuando el cardenal Karol Wojytla (el futuro san Juan Pablo II) dio un profético discurso a todos los reunidos ahí.
El próximo Congreso Eucarístico Internacional es del 5 al 12 de septiembre de 2021 en Budapest, Hungría.
Además los obispos de Estados Unidos planean un Congreso Eucarístico Nacional en 2024.
Donde quiera que se convoque, el Congreso Eucarístico es una manera de recordar a los católicos la creencia central en la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía y dar honor y gloria a Dios por tan maravilloso regalo.