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Como padres queremos formar a nuestros hijos en la fe cristiana desde pequeños. Por eso es bueno que vayan a misa con nosotros, recemos juntos. Claro que buscamos enseñarles un poco más sobre Jesús, pero para ello también necesitamos captar su interés.
Es ahí donde pueden aparecer los libros pop-up, que no pasan de moda. Seguramente en nuestra infancia alguna vez tuvimos uno de estos en nuestras manos.
¡Sí! Es aquel libro en donde se levantan castillos en la página o aparecen animales o distintos personajes que parece que fueran a salirse de la página y quedamos realmente fascinados.
Pues bien, este tipo de libros puede ser de gran ayuda para captar el interés y aprender más sobre Jesús, porque está compuesto por páginas tridimensionales que se despliegan para contarnos una historia. Eso lo hace único y divertido para los más pequeños.
Los primeros pop-up no traían ilustraciones asombrosas de castillos y personajes sino que se hicieron en la Edad Media con el fin de facilitar la comprensión de distintos fenómenos naturales y religiosos.
El primer libro de papel móvil fue creado por el monje benedictino inglés Matthew París en 1250, era un volvelle (en francés significa girar) probablemente la forma más antigua de ingeniería de papel móvil. Un volvelle contiene una o más capas de pergamino o discos de papel y formas fijadas a una hoja que pueden girar, al rotar servía como una herramienta para determinar por ejemplo, la fecha de la Pascua.
Tradicionalmente en las abadías se utilizaban libros que contenían unas cartas circulares para determinar los días festivos, pero como eran muy engorrosos Matthew decidió crear un gráfico circular que girara alrededor en lugar de todo el libro.
Es muy importante educar en la fe desde la infancia. La verdadera vida cristiana nace en el hogar, los padres son los primeros y grandes educadores de la fe de sus hijos, luego los catequistas harán su parte en su momento.
Una buena herramienta que nos puede ayudar en el hogar a mostrarles a los más pequeños que existe un Dios que los ama y que quiere lo mejor para ellos es a través de la lectura, con libros como los pop-up, porque les resultará atractivo y divertido, y aprenderán fácilmente.
Los libros pop-up actuales pueden contener además figuras desplegables, pestañas móviles, solapas emergentes... Todas estas técnicas ayudan a aprender de una forma entretenida, y además fomentan el interés por los libros y por la lectura.
Sí, podemos crear nuestro propio libro pop-up, si queremos explicarles algo en particular, por ejemplo qué es la Pascua, el nacimiento de Jesús, quiénes son los santos, entre muchas cosas más. Lo podemos hacer utilizando cartulina de colores, tijeras, lápiz, goma, pegamento y recortando o dibujando las figuras necesarias.
Hay videos tutoriales en youtube que explican claramente cómo hacerlo, por ejemplo estos:
Aquí explica que primero es necesario doblar por la mitad una cartulina rectangular y en ella se van pegando distintas cartulinas de diferentes tamaños y el diseño que queramos y luego se debe hacer una pestaña de 1 cm, pegarla sobre la cartulina porque es lo que le aportará la sensación de desplegable. Y continúa mostrando paso a paso cómo agregar más figuras.
Otra idea didáctica es invitar a los niños a realizarlo juntos, como parte de una actividad en familia, en la cual se entretienen, preguntan y aprenden en el camino.