Cerca de un santuario, aisladas en un bosque o escondidas en una pequeña iglesia: las réplicas de la gruta de Lourdes se pueden contar por miles en todo el mundo. Son, de hecho, testigos conmovedores de la devoción de los cristianos a las apariciones de la Virgen en Lourdes.
Las apariciones
El 11 de febrero de 1858, la pequeña Bernadette Soubirous partió para recoger leña en dirección a la gruta de Massabielle. Fue ahí, en la cavidad de la roca, donde vio a la Virgen María por primera vez.
Cuatro años después, el 18 de enero de 1862, la Iglesia reconoció oficialmente las 18 apariciones de Lourdes reveladas por Bernadette. Se dio inicio, entonces, a la construcción de la primera Basílica de la Inmaculada Concepción.
Desde el principio de las apariciones, los peregrinos se aglomeraban en la gruta para meditar y tomar un poco de agua de la fuente milagrosa.
Con el paso de los años, el fervor no se ha agotado. Los peregrinos vienen de todos los lugares del mundo para obtener la sanación del cuerpo y el alma.
Nuevas grutas de Lourdes por el mundo
Este fervor, potenciado por el renacimiento del catolicismo en el siglo XIX y la primera peregrinación diocesana a la gruta, animó a muchas personas a construir pequeños lugares de culto en sus ciudades.
Estas réplicas, más o menos exactas de la gruta de Lourdes, permiten a los devotos rezar regularmente a la Virgen y sentirse más cercanos, simbólicamente, al lugar de las apariciones.
La gruta de Lourdes, que se presenta en todas las formas –copia perfecta, minimalista, grandiosa o discreta- se encuentra en todos los países del mundo: Italia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, Eslovaquia, Filipinas, Brasil, Marruecos y Emirados Árabes Unidos.
Siempre visitados por los peregrinos que vienen a meditar y encender una vela allí, estos lugares dan testimonio de la especial devoción que los cristianos tienen por la Virgen de Lourdes.
Para descubrir una selección de esas grutas dedicadas a la Virgen de Lourdes, haz click en la galería de fotos a continuación: