separateurCreated with Sketch.

Medidas cautelosas y un seminarista liberado: ¿Hay respuesta del Gobierno en Cuba?

Rafael Cruz Devora
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Jaime Septién - publicado el 16/07/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Las gestiones para la liberación del seminarista fueron realizadas con éxito –otro dato significativo—por el obispo de Matanzas Manuel Hilario de Céspedes. El prelado indicó que Rafael Cruz se encuentra bien de salud

La presión internacional y el carácter popular e incontestable de las masivas manifestaciones del 11 de julio en Cuba comienzan a dar resultado.

El régimen, encabezado por Miguel Díaz-Canel, ha empezado a permitir algunas acciones que estaban prohibidas en la isla; acciones que, de manera tangencial, reconocen los fundamentos del hartazgo del pueblo cubano.

Si bien los motivos que originaron la protesta no se han tocado –carestía, escasez de alimentos y medicinas, largas colas para adquirir cualquier cosa, libertad de movimientos—hay indicios de que las manifestaciones no fueron inútiles.

Ya el miércoles pasado, el Gobierno anunció que desde ese momento y de forma excepcional (hasta fin de 2021) se permitirá la importación libre de aranceles de alimentos. También de medicinas a los viajeros que ingresen a la isla.

Se trata de una medida cautelosa, un parche apenas. Pero envía un mensaje al interior del país. Y, sobre todo, a la presión internacional por la liberalización de la economía cubana en manos del Gobierno.

El primer ministro, Manuel Marrero, lo resumió diciendo en televisión y en cadena nacional que el Gobierno cubano, con esta medida, está demostrando que busca “soluciones al pueblo”.

La bloguera Yoani Sánchez señaló: “No, no queremos migajas. Queremos libertad.  La sangre no se derramó en las calles cubanas para poder importar unas maletas de más. La mayoría de los heridos o detenidos ni siquiera tiene a nadie que le traiga algo en su equipaje”.

Ya los obispos cubanos habían manifestado su preocupación de que las respuestas a los reclamos populares fueran “el inmovilismo que contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos” ni las imposiciones ni, mucho menos, la confrontación.

En este contexto, trascendió este viernes la liberación del seminarista Rafael Cruz Dévora, de 26 años de edad, quien fuera arrestado (en la casa de sus padres, con lujo de violencia) el pasado lunes, 12 de julio, acusado de fomentar el “desorden público”.

Las gestiones para su liberación fueron realizadas con éxito –otro dato significativo—por el obispo de Matanzas Manuel Hilario de Céspedes. El prelado indicó que Rafael Cruz se encuentra bien de salud.

Como en el caso del sacerdote de Camagüey, Cástor José Álvarez, durante las protestas del domingo 11 de julio, Cruz estuvo muy poco tiempo en la algarada y, sobre todo, tratando de poner paz entre policías y civiles.

Tras ser liberado, el padre Álvarez lanzó un video en la red de Facebook de su parroquia que resume la postura de la Iglesia católica en Cuba:

"Pedimos que haya justicia. Debemos rezar para que haya justicia hacia quienes aún están detenidos, y no se cometan excesos. Que encontremos el camino de la paz y el de la libertad".

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.