¿A que alguna vez te has relajado o dormido con esta música?
Aunque fue compuesta hace 153 años, sigue siendo la canción de cuna por excelencia.
Su autor, Johannes Brahms estaba seguro de que su arte venía de Dios, aunque siempre se había negado a hablar de ello.
En 1896, poco antes de morir, se decidió a compartir con el mundo su experiencia al componer.
Y accedió a explicarle al periodista crítico musical Arthur M. Abell cómo surgían sus famosas obras musicales. Eso sí, con la condición de que no lo publicara hasta 50 años después de su muerte.
El escritor respetó su voluntad y recogió su testimonio. También habló sobre la experiencia de componer con otros grandes compositores de la época.
Y lo unió todo en un libro que ahora la editorial Fragmenta ha publicado por primera vez en español: Música e inspiración.
Estos documentos son un tesoro. ¿Lo más valioso? Que son los propios genios los que hablan en primera persona sobre su inspiración, sintiéndose instrumentos de una fuerza que les trasciende.