Miles de católicos birmanos se dirigen cada año al Santuario Mariano en Nyaunglebin, diócesis de Yangon para el rezo del Rosario y una Misa especial el 11 de febrero, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. Se trata de un evento de suma importancia para la Iglesia católica en Myanmar.
En Myanmar existe una devoción generalizada a la Santísima Virgen María. Cada año miles de personas, incluidos muchos no cristianos, hacen la peregrinación a Nyaunglebin con gran devoción.
La celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se remonta a la llegada de los primeros misioneros de Francia.
En 1892, el obispo Ambrose Bigandet abrió una misión en Nyaunglebin, confiándola al cuidado del padre Michael Mignon, miembro de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París. Este construyó una pequeña iglesia de madera, la primera en Myanmar dedicada a Nuestra Señora de Lourdes.
En 1902 se construyó y consagró una nueva iglesia. Y en 1918, se colocó una estatua de la Santísima Virgen María en una cueva cercana para representar la gruta de Lourdes.
En 1928 la estatua fue destruida por un fanático. Algún tiempo después llegó otra estatua de Francia y se colocó en la gruta.
El padre Mignon murió en 1937 y se le enterró cerca de la iglesia. Durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, la iglesia sufrió graves daños. Los restos terrenales del misionero fueron trasladados al cementerio de la ciudad de Nyaunglebin y no se devolvieron hasta 1977, cuando se reconstruyó la iglesia.
Cuando terminó la guerra en 1948, la Iglesia local comenzó a celebrar una vez más la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes. En 1957, la fiesta se había convertido en un evento nacional y cada año miles de personas peregrinaban a Nyaunglebin.
Esto llevó a la Conferencia Episcopal de Myanmar a otorgar al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Nyaunglebin el título de Centro Nacional de Peregrinación.