Continuamos nuestro Relevo del Rosario en el Santuario de Nuestra Señora del Cabo en Cap-de-la-Madeleine, en Quebec, Canadá.
La historia de cómo este santuario apartado se convirtió en un popular destino de peregrinaje comienza en 1867. Una vez caracterizada por una profunda devoción mariana, la parroquia había caído en decadencia durante un tiempo en que la iglesia se quedó sin un pastor residente.
Esa devoción se reavivó cuando el nuevo pastor, el padre Luc Desilets, vio un cerdo dentro de la iglesia masticando un rosario. En ese momento juró consagrarse a la Santísima Virgen y reintroducir la devoción al rosario entre sus feligreses.
La estatua de la Santísima Madre consagrada en la iglesia fue una donación de un feligrés que buscaba la intercesión de la Virgen María. Representa la imagen de Nuestra Señora tal como se le apareció a Catalina Laboure, la misma que se ve en la Medalla Milagrosa.
El santuario se hizo conocido como un lugar de milagros en 1879. Debido a su creciente número de feligreses, se hicieron planes para construir una iglesia más grande.
Cuando el río San Lorenzo no se congeló durante ese año, los trineos que transportaban piedras para la iglesia no pudieron cruzar el río. P. Desilets pidió a los fieles que oraran por la intercesión de la Santísima Madre, y en lo que se conoce como “el Milagro del Puente de Hielo”, pedazos de hielo flotaron río abajo para formar un puente para permitir que la construcción prosiguiera.
En 1888 la iglesia fue dedicada formalmente a Nuestra Señora, Reina del Santísimo Rosario. En la noche de la dedicación, el P. Desilets, acompañados de otro sacerdote y un feligrés, presenciaron cómo se abrían los ojos de la estatua. Ese hecho, y una serie de sanaciones comprobadas, llevaron a un aumento en el número de peregrinaciones hechas a la iglesia.
Después de que el Papa Juan Pablo II visitara el santuario en 1984, el santuario se convirtió en un popular destino de peregrinaje para los jóvenes. Cada verano, los fieles de todo Canadá y Estados Unidos llegan en autobús, en automóvil y a pie para venerar a Nuestra Señora.