El Centro Histórico de Lima, Perú, es sinónimo de patrimonio, cultura y belleza. Es ahí donde las iglesias también juegan un papel protagónico a la hora de mostrarle al visitante los mejores encantos. También al hacer relucir esas joyas muchas veces escondidas.
Un claro ejemplo de esto es el Museo de la Catedral de Lima, también conocido como Museo de Arte Religioso de la Catedral de Lima. Es que más allá de la presencia de la basílica-catedral y su importancia, en su interior aparece este museo que también se ha posicionado como uno de los principales atractivos turísticos.
Es en este lugar donde es posible encontrarse con obras que son consideradas de las más antiguas de la ciudad. La gran experiencia pasa por contemplar pinturas, ornamentos religiosos y hasta mobiliario del Siglo XVII.
Según una reseña elaborada por el Ministerio de Cultura en el sitio se destacan los siguientes espacios:
“Antesacristía, donde se encuentra la colección de doce cuadros de la familia Bassano; la antigua Sacristía mayor, que contiene la gran cajonería; y la Sala capitular (lugar de reuniones del Cabildo), que contiene la galería de arzobispos. El recorrido incluye, una visita a toda la Catedral, en la que se puede apreciar la tumba de Francisco Pizarro, las capillas laterales y la sillería del coro, una de las más famosas de Latinoamérica”.
Nuevas formas de difundir la cultura
Este 18 de mayo se celebra el Día Internacional de los Museos. Es en este marco donde, desde Lima, también surge una reflexión. La hizo Miguel Ángel Barrientos Benites, administrador de la Catedral de Lima y el Palacio Arzobispal.
A través de un artículo publicado por la web del Arzobispado de Lima, Barrientos hace referencia a la importancia de recuperar y reimaginar el legado histórico a través de nuevas experiencias y difusión de la cultura.
Al momento de referirse al museo en sí, recordó, por ejemplo, obras históricas como el retrato del Virrey José Manso de Velasco, conde de Superunda. En este caso, si indica, obra del prominente maestro Cristóbal Lozano, Ca. 1758, principalísima figura de la escuela limeña de pintura.
«Esta obra refleja a la perfección el nuevo espíritu de los gobernantes ilustrados y el culto al poder político que, a su vez, simboliza el esfuerzo y la decisión de reconstruir la capital del Virreinato tras el terrible sismo de 1746», indicó.
Museos, pandemia y digitalización
Por último, Barrientos también comentó el impacto de la pandemia en los museos, uno de los espacios que más tiempo tuvieron que permanecer cerrados. Pero también hizo referencia a la propuesta de recuperar y reimaginar a través de la digitalización, creando nuevas experiencias y maneras de difundir la cultura. En ese sentido, explicó que todo el complejo catedralicio fue escaneado para poder crear una realidad virtual.
«Actualmente venimos desarrollando una página web para que las personas puedan realizar visitas virtuales al Museo de la Catedral de Lima y al Museo Palacio Arzobispal. Este acercamiento a nuestro público a través de Internet, representa un salto enorme en la historia de los museos, complementaria a la visita física», dijo Barrientos.