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Un accidente en el metro de México, la noche del lunes 3 de mayo, causó la muerte por lo menos a 24 personas y dejó 79 heridos. Alrededor de las 22:20 hora local, dos vagones cayeron de un puente del metro que se derrumbó en las cercanías de la estación Olivos, en la zona este de la capital mexicana.
El sacerdote Juan Ortiz, párroco en la localidad de Zapotitlán, logró acercarse al lugar para conceder una absolución colectiva, una posibilidad prevista por la Iglesia en casos de peligro de muerte, cuando no hay un tiempo razonable para una confesión individual de cada penitente.
En una declaración a la página Desde la Fe, de la arquidiócesis de la Ciudad de México, el sacerdote contó que llegó hasta la menor distancia segura posible, rezó por los muertos y heridos y dio la absolución general.
Él recuerda que, poco antes, estaba realizando unas compras en un supermercado cercano cuando se fue la luz dos veces. Al salir del súper vio la calle ya cerrada y la policía presente en el lugar del colapso. La escena era fuerte.
El sacerdote destacó que la tragedia se pudo haber evitado, ya que se habían reportado daños estructurales en este puente del metro desde el terremoto que sufrió la ciudad en 2017.
La región del accidente pertenece a la diócesis de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta. El obispo, don Andrés Vargas Peña, ofreció su solidaridad y oraciones por las personas que murieron, por los heridos y sus familiares, además de celebrar la misa el día 4 por su intención.
La arquidiócesis primada de México también ofreció la celebración de la Santa Misa por las víctimas del accidente.