La Penitenciaría Nacional de Tacumbú, en Paraguay, es considerada una de las cárceles más peligrosas del mundo. Sin embargo, un capellán buscar dar una luz de esperanza a los reos, mediante la palabra de Dios.
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Tacumbú alberga a cientos de integrantes de peligrosos grupos criminales transnacionales como el Primer Comando Capital (PCC), el Comando Vermelho y el Clan Rotela. Este reclusorio ha sido escenario de grandes escenas de violencia durante los últimos años.
Con una biblia como escudo y un rosario en la mano, el padre Eugenio Valdez, tiene la misión de llevar la misericordia de Dios a los reclusos, en medio de la violencia reinante en una de las prisiones más duras del planeta.
El pasado 16 de febrero Tacumbú fue escenario del asesinato de siete reclusos. Miembros del Clan Rotela, vinculado al narcotráfico, decapitaron a otros reos tras un fallido intento de fuga de uno de sus líderes.
Para el capellán penitenciario, a pesar de que las cárceles son peligrosas y especiales, siente que todos los recursos son sus hermanos. “Al entrar a la cárcel de Tacumbú, me siento cuidado por los reos. Agradezco a Dios por darme este trabajo”, refirió.
“La misión de la Pastoral Penitenciaria es llevan la alegría de Cristo a las cárceles. Les llevamos el pan de la palabra y el pan material. Muchos de los reclusos ni siquiera tiene familia”, explicó en sacerdote en comunicación con Aleteia.
Misión pastoral
El sacerdote explica que su misión en la Penitenciaría de Tacumbú es llevar la Palabra de Dios, celebrar la eucaristía y realizar confesiones. Contó que muchas veces acerca donaciones a loa reos más necesitados o les lleva artículos de limpieza personal.
Asimismo, relató que la Iglesia Católica cuenta con un albergue transitorio para los reinsertados que no tiene familia. “Viven con nosotros por un tiempo hasta que puedan conseguir donde quedarse”, señaló.
Respecto a su relacionamiento con los miembros de los grupos criminales como el PCC, el Comando Vermelho o los Rotela, el sacerdote aseguró que el templo está abierto para todos.
“Yo no les pregunto a qué facción pertenecen. La misericordia de Dios es para todos. Para mí, esta es una misión especial que Dios me concede. Los domingos se abren las puertas de las parroquias e ingresan personas que quieran”, refirió.
Oración ante cada hecho de violencia
El asesinato de los siete reclusos en Tacumbú coincidió con la celebración del Miércoles de Ceniza, por lo que el oficio debió suspenderse. El padre Valdez, comentó que recién el jueves 18 pudo ingresar el reclusorio ya que el ambiente era muy tenso.
El sacerdote señaló que cada hecho de violencia le provoca mucha tristeza por lo que recurre a la oración.
“Tras los asesinatos fuimos a rezar a la parroquia Nuestra Señora de la Merced, que está dentro de la cárcel, proclamé el evangelio y rezamos por quienes perdieron su vida así como por aquellos que cometieron esa barbaridad. Como dijo Cristo en la Cruz, no saben lo que hacen y lo que podemos hacer es pedir a Dios por ellos”, expresó.
Varios movimientos católicos realizan visitas a las cárceles para jornada de oración y ofrecer meriendas. Además, existe una comunidad del Camino Neocatecumenal dentro del reclusorio.
Los pasillos de Tacumbú
La Penitenciaría Nacional de Tacumbú se sitúa en Asunción, capital del Paraguay y alberga a unos 4.000 reclusos cuando su capacidad es para no más de 1.500 personas.
Se estima que más del 70% de los presos de todo el Paraguay no tienen condena. Las cárceles de este país registran un exceso de prisioneros debido al otorgamiento excesivo de medidas preventivas de prisión por parte de los jueces y la burocracia judicial.
Tacumbú es una de las prisiones con mayor nivel de hacinamiento y su infraestructura es una de las peores de la región.
La presencia de reclusos de diferentes grupos criminales dedicados al tráfico internacional de armas y drogas, hace de esta cárcel una de las más peligrosas del mundo.
Los enfrentamientos entre facciones de estos grupos criminales son constantes en las penitenciarías de Paraguay.
Tras la reciente masacre registrada en Tacumbú, el Ministerio de Justicia de Paraguay emitió una alerta máxima en cárceles de todo el país ante posibles nuevos motines.
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