Aleteia logoAleteia logoAleteia
sábado 27 abril |
Nuestra Señora de Montserrat
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

“Ven a verme”, insistía Jesús desde el Sagrario

girl stop in the street

WeAre | Shutterstock

Claudio de Castro - publicado el 14/02/21

Una extraordinaria experiencia espiritual ocurrida en una iglesia y una urgente invitación que puede cambiar tu vida

Debo reconocerlo, Jesús en el sagrario es mi mejor amigo, verdaderamente un amigo extraordinario. Y no es para menos, siendo el Hijo de Dios. Puedo decirlo con alegría:

“Mi mejor amigo es el hijo de Dios, que mora en el sagrario, prisionero de amor por nosotros”.

Hay días como hoy en que me siento a contarte mis vivencias con Jesús y experimento su presencia a mi lado. Es como un suave viento que me envuelve. Me llena de un gozo sobrenatural. Es tanto su amor que se desborda y tienes la necesidad de amar, sobre todo a los que te hacen daño.

Si conocieran el amor de Dios, sus vidas serían diferentes.

Conversando con Jesús

Imagino a Jesús a mi lado. Coloca su mano sobre mi hombro en un gesto de amistad verdadera. Sonríe complacido:

―Vaya que me cuestas, Claudio.

―Lo sé Jesús, y te lo agradezco. Sé que no soy el mejor de los amigos. Mi terquedad me sobrepasa. Cada vez que tuerzo el camino, llegas Tú y lo enderezas. Siempre que caigo, me tiendes la mano y me levantas. Cada vez que dudo o tengo tristeza, llegas y me dices: “Aquí estoy, Claudio, contigo. ¿Cómo no amarte con todo el corazón?“.

ADORATION,24 HOURS FOR THE LORD,POPE FRANCIS,LENT
Jeffrey Bruno

Soy un simple mortal, me sé pecador. Por eso vivo agradecido con Jesús. No merezco su amistad.

“Ven”

Hoy conversaba con un sacerdote de Perú y le conté esta bella experiencia con Jesús. No recuerdo si alguna vez te la he contado. Ocurrió la mañana de un viernes. Estaba enredado con cientos de diligencias personales, por lo que salí temprano de la casa. Iba ensimismado con mis pensamientos cuando sentí su indescriptible voz:

―Ven a verme.

Por la forma como lo pedía, sentí que algo pasaba, pero tenía tantos asuntos por delante que me excusé:

―Déjame terminar primero estos mandados. Cuando acabe, paso a verte al sagrario.

―Ven, Claudio ―insistió.

No pude, con esta petición, volver a darle una excusa. Dejé todo lo que hacía.

―Eres mi mejor amigo. Iré a verte. Perdona mi indiferencia Jesús.

Había una iglesia cerca de donde estaba y me dirigí hacia allá. Estacioné el auto y me bajé. La iglesia estaba abierta, pero vacía.

―¡Santo cielo! ―pensé ―. ¡Estás solo!

Comprendí entonces por qué su insistencia. Me dolió ver a Jesús en aquel hermoso sagrario, sin nadie que le hiciera compañía. Recordé a san Francisco de Asís cuando corría por los montes compungido, llorando y exclamando: “¡El Amor no es amado!”.

―Si supieran que estás aquí, correrían a verte.

Un suceso sorprendente

Me quede un rato haciéndole compañía. Le dije una y otra vez que le quería.

―Señor ―le dije-. Me tengo que ir, pero no te quiero dejar solo. ¿Podrías enviar una persona que te haga compañía?

A los pocos minutos se abre la puerta del oratorio y entra una muchacha. Se nota distraída, pero se arrodilla con profunda devoción y reza. Cuando se sentó en la banca, me nació acercarme a ella y contarle de mi petición a Jesús y agradecerle por estar allí, con Él.

Me miró sorprendida y dijo en voz baja:

―Yo no iba a entrar. Pasaba frente a la iglesia y sentí que Jesús me llamaba, por eso vine.

Nos quedamos ambos impresionados, agradeciendo a Jesús tanto amor.

Amable lector, por favor, te lo ruego, no dejes solo a Jesús en el sagrario.

Ve a verlo y dile que le quieres. Y si puedes, por favor dile: “Claudio te manda saludos”. Ya sabes que me encanta sorprenderlo.

¡Dios te bendiga!




Te puede interesar:
La sorprendente experiencia de visitar a Jesús en el Sagrario

Tags:
eucaristia
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.