separateurCreated with Sketch.

Curiosidades de la Biblia: El ángel que bajaba del cielo

angel water
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Claudio de Castro - publicado el 13/02/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Una invitación del escritor Claudio de Castro a conocer mejor la Palabra de Dios

Imagina que hay una piscina en tu ciudad, pero no es una piscina cualquiera a la que puedes ir a nadar y hacer ejercicio. Esta es diferente, de hecho, peculiar. Es una piscina capaz de sanarte de cualquier enfermedad. Pero, un momento, hay una condición.

Debes esperar paciente y confiar. En cualquier momento bajará el ángel del Señor, agitará sus aguas y el primero que se meta en la piscina quedará automáticamente curado.

¿No te parece algo extraordinario?

Pues existió y se describe en las Escrituras. La arqueología confirmó su existencia en el siglo XIX. Te invito a leer un artículo maravilloso que Aleteia publicó.

Estaba en Jerusalén, y san Juan la describe:

"Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, una piscina llamada en hebreo Betesda. Tiene esta cinco pórticos, y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara, porque un ángel del Señor bajaba de vez en cuando y removía el agua; y el primero que se metía después de agitarse el agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese".

Es sorprendente. Jesús conoció al borde de la piscina a un hombre que tenía 38 años enfermo, y nunca podía meterse a tiempo en la piscina. Este le dijo:

"Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro".

Jesús tuvo compasión de él y lo curó.

Desempolva tu Biblia

La Biblia está llena de curiosidades, hechos que a mí me habría encantado presenciar. Uno de ellos es esta piscina extraordinaria.

Yo, como católico, he tenido que reconocer que leía poco la Biblia. Una prima me ha insistido en que debo dedicar más tiempo a su lectura. Tenía toda la razón. Ahora la tengo siempre a mano. Y me emociono al leerla.

He descubierto en la Biblia historias fascinantes, eventos extraordinarios que nunca imaginé.

Me he propuesto este año invitarte a desempolvar esa Biblia que tienes reposando en casa y que empieces a leerla. Es hora de conocer mejor la Palabra de Dios. Créeme, valdrá la pena.

"Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón. No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta".

Te invito amable lector a que me acompañes a descubrir curiosidades de la Biblia. Si encuentras alguna interesante, compártela con nosotros. Estaremos publicando artículos sobre ellas.

¡Dios te bendiga!

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.