Los secuestros y extorsiones en el país centroamericano son cada vez más habitualesCon enorme alivio ha recibido hoy la comunidad católica Haití la noticia de la liberación de una monja, secuestrada el pasado 8 de enero. Según ha confirmado a la Agencia Fides Gilbert Peltrop, Secretario General de la Conferencia de Religiosos de Haití: la hermana Dachoune Sévère, religiosa de la Congregación de las Hermanitas de Santa Teresa del Niño Jesús, se encuentra desde anoche a salvo.
Bandidos armados habían secuestrado a la religiosa el pasado viernes, en la misma residencia de su congregación, donde vive. Sus propios captores la liberaron la noche del domingo 10 de enero, aparentemente sin haber sufrido daños.
Según denuncian las autoridades eclesiásticas del país, los secuestros y extorsiones a personal religioso y voluntarios de ayuda humanitaria se han convertido en moneda corriente.
Así, Renold Antoine, CSsR, misionero redentorista, afirma que “hasta el momento las autoridades estatales no han hecho nada para detener esta deriva que siembra el miedo y el luto entre la población haitiana”. Por su parte, el obispo de Anse-à-Veau, monseñor Pierre André Dumas, había lanzado un llamamiento a “detener estos horribles actos inhumanos” en el país.
Inseguridad
Haití sufre una grave crisis socioeconómica que, en muchos casos, conduce a la desesperación y la inseguridad total. Desde hace varios meses, bandas armadas azotan a la población, sembrando el terror en algunos barrios de la capital; y ahora también en otras ciudades.
Los voluntarios católicos y las congregaciones religiosas ya no saben cómo distribuir la poca ayuda disponible a los más necesitados sin ser atacados, robados o chantajeados. En este sentido, la Confederación de Religiosos de Haití ha pedido varias veces a las autoridades un mínimo de seguridad y coherencia en la lucha contra la corrupción.
El presente texto se ha elaborado en base a varias notas de la Agencia Fides
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