En el momento más difícil de la pandemia en Ecuador, Diakonía ha estado ahí. Se trata del Banco de Alimentos de Guayaquil, organización que acabada de ser condecorada por la Prefectura de Guayas.
El motivo ha sido la labor desempeñada por Diakonía durante la emergencia sanitaria del coronavirus. La encargada de expresar este agradecimiento –recuerda la web de la arquidiócesis- ha sido la prefecta Susana González, quien comentó que esta gestión se ha basado en la “religión del amor”.
Dar lo mejor de sí
Los números publicados avalan la importancia de Diakonía para con los más vulnerables, claro ejemplo de aquel mandato evangélico “denles ustedes mismos de comer” (Lc 9, 13-14).
Es que fueron más de 250.000 las personas beneficiadas. Además, se indica que se otorgaron más de dos millones de kilos de alimentos a través de la colaboración de empresas públicas y otros benefactores.
El encargado de agradecer la distinción fue el propio arzobispo de Guayaquil, recientemente nombrado para presidir el Consejo de Presidencia de la Iglesia en Ecuador y actual presidente de Diakonía, monseñor Luis Cabrera.
“Este reconocimiento lo he recibido en nombre de todo el equipo maravilloso que trabaja en Diakonía, hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí y que con su trabajo han logrado que el Banco de Alimentos tenga la confianza de las empresas y personas que siguen donando. Un trabajo que en muchas ocasiones es silencioso”, expresó Cabrera.
En tanto, se recuerda que éste ha sido el segundo reconocimiento a esta institución perteneciente a la Arquidiócesis de Guayaquil. El primero había sido el premio “Superhéroes del desarrollo 2020” otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
¿Cómo ayudar a Diakonía?
El Banco de Alimentos vinculado a la Arquidiócesis de Guayaquil ha cumplido 10 años contra el hambre y el desperdicio de alimentos.
Tal cual se afirma en la propia web, esto ha sido posible a través de diversos programas y proyectos.
Es que Diakonía se ha posicionado como un verdadero puente entre empresas productoras y comercializadoras de alimentos con la población que pasa hambre.
“Barrigas contentas, corazones llenos”, forma parte de su eslogan.
Para conocer más sobre Diakonía y ayudar ver aquí
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