La prestigiosa BBC británica ha hablado: el mejor disco de los años 80 es “The Joshua Tree” de los irlandeses U2. Este título no es nada banal si tenemos en cuenta que en los años 80 vieron la luz algunos de los discos superventas de la historia de la música; discos con números aún no superados 40 años después, como son “Thriller” de Michael Jackson, “Back in black” de AC/DC o “Born in the USA” de Bruce Springsteen.
Han sido los oyentes de BBC los que han elegido “The Joshua Tree” como el mejor disco de los años 80 y es que para muchos, canciones como “With or Without you”, “I still haven’t found what I’m looking for” o “Where the streets have no name” forman parte de la banda sonora de sus vidas.
Un antes y un después de U2
“The Joshua Tree”, o “El árbol de Josué”, fue el disco que catapultó definitivamente a los de Bono hacia el olimpo de los elegidos de la música. Y no solo supuso un antes y un después en la carrera de U2, sino que muchos críticos lo consideran también el mejor disco de la banda. Las cifras lo avalan: ha sido número 1 en las listas de 22 países y también en los charts de música cristiana. La revista Rolling Stone colocó a “The Joshua Tree” en el puesto 26 de los 500 mejores discos de todos los tiempos.
Empezando por el nombre, “The Joshua Tree”, el disco tiene numerosas reminiscencias cristianas además de todo un poso religioso en sus temas. Por ejemplo, para muchos “I still haven’t found what I’m looking for” es una canción religiosa que habla de la insatisfacción del ser humano que busca incansablemente lo que colme su corazón. O “Running to stand and still”, que, si bien se centra en la desgracia de una pareja atrapada por las drogas, ha sido calificada como una de las canciones más conmovedoras y espirituales de la banda.
El desierto como símbolo
En la portada del disco el grupo está en un desierto que simboliza, por un lado, el peregrinaje por tierras áridas que supone todo el trabajo y, por otro, la sequía espiritual de nuestros días. Así lo expresó el mismo Bono tras un viaje humanitario en 1985 a Etiopía y Egipto y que fue definitorio para inspirar este álbum: “Al pasar tiempo en África pude ver cómo muchas personas vivían en la pobreza, pero, aun así, vi una riqueza de espíritu que no vi cuando llegué a casa. En casa vi al niño mimado del mundo occidental. Empecé a pensar: “Puede que tengan un desierto físico, pero nosotros tenemos otros tipos de desiertos. Y eso es lo que me llevó a pensar en el desierto como símbolo”.
De ahí que encontrasen un marco incomparable en el parque Nacional de árboles de Josué en California donde se realizaron las fotos del disco. El árbol de Josué es además un tipo de planta que crece en condiciones especialmente adversas y puede llegar a vivir hasta 200 años.
La tradición dice que fueron los mormones los que llamaron a este tipo de árbol “árbol de Josué” en el siglo XIX, después de haber cruzado el río Colorado al llegar al desierto de Mojave. La peculiar forma de sus ramas les evocó a Josué levantando sus manos hacia el cielo implorando la ayuda de Dios. A Bono, líder de la banda, le gustó especialmente esta historia y no dudó en incluir la foto del árbol entre las fotos promocionales del disco como un símbolo de fe y esperanza en medio de la aridez.
Hoy celebramos a...