En el inicio del centenario de la Legión de María, los semilleros de niños y jóvenes serán el futuro inmediato del movimiento, sin apartarse del modelo de la legión romana y las virtudes de la Virgen María en que está afianzada, dice un legionario de Venezuela en conversación con Aleteia
“Hablar de la Legión de María es hablar de una segunda familia que conocí en abril del año 2001, en medio del dolor que significó la perdida de mi padre. Desde entonces, La Legión se ha convertido para mí en una forma de vida, porque aprendí amar mucho más a Dios, a través del servicio apostólico que realizamos semanalmente, de las reuniones, el compartir de las oraciones y las experiencias del trabajo silencioso que realizamos”.
La anterior expresión no corresponde a una anciana que se dedica solo a rezar el Santo Rosario. Tampoco es un abuelito que quiere dedicar sus últimos días a Dios. Se trata de Jhonny Calderón, un joven de 38 años que describe para Aleteia su experiencia legionaria, a propósito del inicio del centenario de esta organización del laicado católico mundial.
Calderón tuvo que salir de Venezuela hacia Chile a donde llegó el 28 de noviembre de 2017, empujado por la crisis humanitaria, igual que hicieron en los últimos años un estimado de seis millones de venezolanos. Una de sus primeras acciones fue ubicar a los hermanos legionarios. Desde el 16 de diciembre de 2017, se reúne en el Praesidio ‘Madre del Espíritu Santo’ que pertenece al Senatus Benedicta de Santiago de Chile.
Pero su experiencia legionaria la inició en el Praesidio Nuestra Señora del Carmen en El Vigía, estado Mérida y el juvenil en Nuestra Señora de Chiquinquirá. Antes de salir del país, estuvo incorporado al presidio Nuestra Señora del Buen Consejo, en Caracas.
Calderón hizo llegar fotos del trabajo desarrollado con niños, jóvenes y adolescentes mientras estuvo en Venezuela. Dejó claro eran parte de su “compromiso como cristiano”, porque una de las normas de ‘La Legión’ es, precisamente, la discreción en el trabajo.
En ese orden informó que son cuatro las normas esenciales que caracterizan a la Legión de María y su miembros en Venezuela y el mundo entero: “Asistir puntual y regular a la reunión semanal del Praesidium; rezar diariamente la Catena Legionis; realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, como visitar enfermos con duración mínima de dos horas y en compañía de otro legionario; y mantener en secreto los temas discutidos en la reunión o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario”.
Evangelizar a través de las redes sociales
En mensaje de voz enviado a Aleteia considera que “una de las tareas urgentes que nos pide la realidad mundial a los legionarios, es realizar nuestro apostolado sin miedo al uso de las nuevas tecnologías y nuevas formas de evangelización”.
Dijo que, en medio de la pandemia, los adultos mayores de La Legión se han vinculado a las plataformas y redes sociales para compartir y evangelizar. “Por eso, uno de nuestros retos debe ser evangelizar desde las nuevas tecnologías, eso sí, asumirlas de manera útil y sana”, agregó.
Igualmente, indicó que lo largo de estos casi cien años, la Legión de María se reinventó para adaptarse a cada momento histórico. “De hecho, el mismo Manual nos advierte que en aquello lugares donde la Legión de María no se muestra atractiva o receptiva hacia los jóvenes está condenada a desaparecer”, expresa el legionario venezolano.
“Vemos algunas praesidias donde la Legión de María se ha envejecido y es considerada ‘como un grupo de señoras mayores que solo rezan el Santo Rosario’, cuando en realidad realizamos un apostolado maravilloso en cárceles, ancianatos, hospitales, entre muchas otras obras de caridad. Pero como le dije, nuestro apostolado es tan silencioso que algunos creen que solamente rezamos el Rosario, lo cual no es malo”, dijo.
¿Qué dice la iglesia venezolana sobre La Legión?
Por motivos de la Covid-19, la celebración inicial por el centenario de la Legión de María, fue limitada, tanto en Venezuela como en los más de 170 países donde funciona este movimiento, fundado en Dublín, Irlanda, el 7 de septiembre de 1921, por Frank Duff.
Esta vez no se conoce que hayan realizado grandes caminatas ni concentraciones en complejos deportivos como en otrora; tampoco hubo solemnes eucaristías ni templos repletos para escuchar el Himno Legionario que les caracteriza. Es decir, hasta ahora ha sido una fiesta discreta y silenciosa, como se caracteriza este movimiento.
Además, en Venezuela, la crisis humanitaria compleja también afectó a varios de sus miembros, especialmente a los más jóvenes, que se vieron obligados a emigrar, como fue el caso de Jhonny Calderón. A pesar de eso y estando a las puertas del centenario, los legionarios venezolanos tienen razones suficientes para seguir llevando mensajes afianzados en la imitación a las virtudes de la Virgen María, la madre de Jesús de Nazaret.
Los dos cardenales con que cuenta la iglesia venezolana: Baltazar Enrique Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas y arzobispo de Mérida; y Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas, reconocen los esfuerzos hechos por los legionarios. Este mes de septiembre, a diferencia de lo que hicieron en enero, cuando celebraron los 70 años de la Legión de María en Venezuela, transmitieron las misas festivas por televisión y redes sociales para compensar las restricciones de la cuarentena.
Porras: “Ustedes son el rostro bondadoso de María”
El domingo 13 de septiembre, Porras reconoció “la importancia del trabajo silencioso de muchas mujeres y jóvenes pertenecientes a la Legión de María en Venezuela, quienes se dedican a la atención a los más necesitados a la evangelización”. En este orden es importante recordar lo que dijo el 18 de enero de este año: expresó sentir “una gratitud porque el primer praesidio que se fundó en el Seminario Interdiocesano de Caracas por el Padre Mujica fue también en mis años y fui miembro de ese praesidio”.
Ciertamente, fue el 21 de enero de 1950, cuando el padre Félix Mujica, de la Congregación francesa de los Hijos de María Inmaculada, después de conocer la actuación de los legionarios en las Antillas, resolvió establecer esta asociación en la capilla de María Inmaculada, hoy Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en Palo Grande, Caracas. Posteriormente, el movimiento fue aprobado y apoyado por monseñor Lucas Guillermo Castillo, entonces arzobispo de Caracas, y por los demás obispos venezolanos.
“Todas esas visitas a los enfermos, repartir la comunión, estar cerca de los más pobres y atribulados es la presencia amable y tierna de María Santísima y de la Iglesia en el rostro de cada uno de ustedes. Por eso, estos 70 años, y en vísperas del centenario mundial de la legión, debe quedar el compromiso de que no haya una sola parroquia en la Arquidiócesis de Caracas (120 parroquias) que no tenga por lo menos un Praesídium”, indicó Porras.
Espíritu misionero de la Legión de María
Entretanto, el 9 de septiembre, Urosa Savino, quien es asesor espiritual de la Legión de María en Venezuela, presidió una misa por TV Familia, recordando el inicio del año centenario de ese formidable movimiento y asociación apostólica de fieles. El Purpurado recordó la finalidad de la Legión: “la gloria de Dios a través de la santificación personal y el apostolado”, dijo citando el Manual oficial de la Legión de María.
Propuso tener en cuenta cuatro ejes fundamentales: la oración, “una vida espiritual intensa, de gran fidelidad a la palabra de Dios y de nutrida vida de oración”; asumir el compromiso de la formación, “pues necesitamos prepararnos cada vez más, conociendo la Palabra de Dios y la doctrina de la fe”; la acción apostólica, esto es, “el trabajo legionario, el apostolado concreto de anunciar el reino de Dios, enseñar la fe, invitar a la unión con Dios”. Y, cuarto, “respetar la organización y la disciplina de la Legión”.
¿Cómo está organizada La legión?
La Legión de María está estructurada siguiendo el modelo de la legión romana. La administración está a cargo de sus diversos consejos. Cada consejo tiene como director espiritual a un sacerdote, que es nombrado por la autoridad eclesiástica competente. Cuentan con presidente, vicepresidente, secretario y tesorero.
“Los consejos tendrán juntas con frecuencia y con regularidad, por lo menos cada mes”, se cita del Comitium “Inmaculada Concepción” de la arquidiócesis de Cumaná, en Venezuela, al explicar sus funciones. La estructura es la siguiente: el Praesidium; la Curia; el Comitium: la Regia; el Senatus; y el Concilium Legionis Mariae, en el que recae el gobierno de la Legión de María en el mundo con sujeción a la autoridad eclesiástica.
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