El cardenal Pietro Parolin Ordena a 29 sacerdotes del Opus Dei
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El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, ordenó a 29 sacerdotes de la prelatura del Opus Dei este sábado 5 de septiembre en la basílica de San Eugenio de Roma.
Entre los ordenandos se encuentra Andrej Matis, de 32 años, que será el primer sacerdote de la prelatura de Eslovaquia. Antes de estudiar teología en Roma, Andrej era músico profesional y trabajó varios años como violinista del cuarteto de cuerdas “Mucha Quartet“, con el que ofreció conciertos en Suiza, República Checa, Italia, Polonia, Francia, Austria, Luxemburgo.
“Mi camino hacia el sacerdocio no fue tan directo como podría suceder en otros casos. Trabajé como violinista profesional por muchos años. Desde pequeño me apasioné por la música, conté con el apoyo de mi papá, gran aficionado a la música. Precisamente, gracias al violín, descubrí el Opus Dei”.
“También hallé que la música puede ser un camino para acercarme a Dios y a mis amigos. Ofreciéndosela al Señor, la música puede convertirse en apostolado. Hay quien trabaja para ganar dinero o para ser famoso, pero yo descubrí que el trabajo puede ser un camino para hacerse santo”.
“También Jesucristo pasó buena parte de su vida trabajando como carpintero. Mi vida cambió mucho desde que me incorporé al Opus Dei como numerario. Es como una aventura que no sabes donde va a terminar, pero que te hace feliz”.
Matis cuenta que dedicó 11 años de su vida a practicar el violín y a estudiar a grandes autores de la música clásica como Händel, Sibelius, Tchaikovsky o Mendelssohn, entre otros.
Asegura que el recorrido que le ha conducido desde la música al sacerdocio ha sido algo natural, una decisión que ha ido madurando poco a poco en el diálogo con Dios.
Eran sus amigos los que se preocupaban por él: “Me preguntaban si era una buena decisión cambiar de rumbo en la vida después de tanto esfuerzo para alcanzar un nivel profesional”.
“Gracias al Opus Dei comencé a tomarme más en serio mi vida cristiana. Intensifiqué mi vida de oración y Dios me sugirió algo que antes no veía: una llamada dentro de la llamada. Dios quería que me hiciera sacerdote. El cambio de violinista a sacerdote no ha sido dramático. El trabajo profesional, en mi caso la música, era algo que me servía para acercarme a Dios y para acercarle a Él a mis amigos. Ahora quiero hacer lo mismo como sacerdote, aunque los medios sean distintos”.
‘La belleza salvará el mundo’ es una frase de Dostoievski, muy querida por Benedicto XVI. “Es muy actual. La sociedad de hoy es más inmediata, se deja llevar muchas veces por intuición o por sentimientos. Y la belleza es precisamente algo que te interpela de forma directa, que apela a tus emociones”.
“Por eso, considero que la belleza es un medio para comunicar a Dios, porque la gente sigue siendo sensible a ella. Se puede ofrecer una belleza verdadera. Y se puede llegar también a través de ella a la belleza verdadera de Cristo en la Cruz, aunque de entrada parezca paradójico. Sin embargo, cuando lo descubres, esta belleza realmente te salva”.
“Por favor recen por las vocaciones de laicos, de familias cristianas y de religiosos y religiosas. Dios nos llama a todos a la santidad; nos llama a cada uno. Si rezamos, él nos guiará en la vocación a la que nos llama y nos hará muy felices”, comentó el músico y sacerdote. En algunos medios y en la opinión pública, la felicidad está asociada a veces a la fama, la riqueza y al poder.
“Es una felicidad tal vez inmediata y atractiva, pero efímera. Cristo nos ofrece una felicidad duradera y que nunca se agota, a pesar de que requiere sacrificio y entrega, pero es una felicidad que llena toda nuestra vida. Es una alegría para siempre y no de un rato”.
“Me gustaría saber transmitir que todos somos amados por Cristo”, concluyó Matis, contento de que sus padres puedan viajar desde Eslovaquia para su ordenación en Roma, algo que no ha sido fácil considerando las restricciones y las prohibiciones que se han aplicado en algunas fronteras dentro de Europa debido a la pandemia de coronavirus.