Isabel Sánchez, la secretaria central del Opus Dei, publica el libro “Mujeres brújula en un bosque de retos”. En él pone nombre y apellidos a muchas “heroínas sin capa” de los cinco continentes, con las que ha hablado y convivido. “Se puede llegar desde la cocina a la Luna”. Este mensaje positivo es uno de los muchos que Isabel Sánchez ha reunido en el libro “Mujeres brújula en un bosque de retos” (Espasa Editorial), donde se trenzan las historias de decenas de mujeres de los cinco continentes que aportan una mejora real a nuestro mundo.
Recoge iniciativas muy variadas de mujeres que hoy ayudan a los sintecho; que en Austria atienden a familias árabes que han huido de Siria e Iraq; que promueven colegios en Camerún; que han hecho frente a la enfermedad y al abandono del marido…
Son historias reales que inspiran: “Vidas -dice la autora- que supieron hacerse grandes en la adversidad, superarse y sobrevivir“. Ha conocido sus casos con motivo de su trabajo: es la secretaria central del Opus Dei, la mujer con el cargo más alto en esta prelatura. Viaja, escucha, habla e impulsa. El propósito de su trabajo y el de su equipo lo define como “ser motor de motores” para muchas otras mujeres.
Conoce bien el paño de la humanidad y también a ella le tocó el dolor: su madre falleció cuando era una niña. Su trabajo no es de despacho inaccesible, es de mecánico jefe que cuando entra al taller un automóvil difícil de arreglar, se remanga y se coloca bajo las ruedas.
La COVID-19 ha acelerado todo
“He escrito este libro para que hagamos más nuestros los retos de este mundo“, explica. “No podemos balconear, en expresión del papa Francisco. Esa es una idea que con la COVID-19 ha hecho que se acelere la necesidad de ponernos todos manos a la obra“.
Las mujeres brújula, como ella las llama, son “mujeres que se han reorientado por dentro y que están tirando el mundo para arriba”.
“Se nos ha agudizado el sentido de humanidad”
Con la COVID-19 “se ha producido un flagelo global y nos vemos solidarios ante un mal común. Ahora estamos sufriendo todos, y los que antes sufríamos menos, vemos que hay gente que convive con eso. A todos nos ha afectado y, en general, creo que se nos ha agudizado el sentido de humanidad. Ahora nos sabemos interdependientes. Lo dijo el papa Francisco en la Semana Santa: de aquí no salimos solos”.
“La mujer no necesita pisar al hombre”
Sánchez promueve un feminismo que invita a tener pensamiento propio y “a trabajar codo con codo con los hombres” para mejorar el mundo. “Entiendo que entre mujeres y hombres debe haber equidad, complementariedad. La mujer no necesita pisar al hombre ni desplazarlo. Tiene una mirada afirmativa sobre las cosas, esperanzadora. Proyecta a las personas al futuro. Y creo que esa mirada puede contagiarla al varón”.
“El antagonismo -afirma- no lleva a ninguna parte. Entiendo que hay situaciones negativas y hay dolor, pero la propuesta mía sería más positiva. Creo que es mejor orientarse a hacer crecer aspectos como el cuidado de los demás o hacer un compromiso estable con la vida, y en eso la mujer tiene una aportación esencial”.
Tendencia a colaborar
Una de las palabras que más repite es “colaborar”. “La mujer es colaborativa, tiene una tendencia innata a incluir, a reafirmar, a ser colaborativa. Tiene un modo de vivir inclusivo, valiente y con coraje. Eso no significa que los hombres no lo tengan, pero en las mujeres se da de una forma más fuerte”.
“En el trabajo, la mujer -explica- tiende la mano a otras personas. No se mueve en la dinámica de poderes. Cuando ve la meta, se las arregla para que otros puedan llegar. Si encuentra soluciones, no se las queda para ella. Eso le sale de forma natural”.
El Estado debería apoyar todos los modos de cuidar
Cuando habla de cuidar no solo es para Sánchez cuidar a los enfermos, “es mucho más amplio. La vida entera requiere cuidado, desde los embarazos y los bebés. Hay una amplísima gama de modos de cuidar a lo largo de la vida. Y el Estado debería apoyarlos todos en su conjunto: a los niños, a las familias…”.
Acerca de la familia, subraya una propuesta del Papa Francisco: emplear 3 palabras, que son ‘gracias’, ‘perdón’ y por favor’. “Las mujeres son muy capaces de crear un entorno relacional con vínculos fuertes y estables. Lo que impera en la actualidad es el descartar rápidamente una relación, ante el primer problema que se presenta. Por eso planteo por qué no restaurar antes: perdonar. Soy consciente de que hay una lucha entre el perdón y el rencor, y hay una resistencia. Pero la mujer es capaz de superar eso por elevación“.
“Mujeres brújula en un bosque de retos” no es un libro de consejos, afirma la autora. “Está abierto a preguntas, propongo que tengamos apertura mental y de corazón, sobre todo ante quien es diferente a mí”.
Once retos
Las historias de mujeres que cuenta se agrupan en torno a lo que considera los auténticos retos de ahora y que son: entendernos, encontrar el norte, educar, paz, trabajo, cuidar, liderazgo, solidaridad, sostenibilidad, trascender y atreverse a más. Siguiendo este recorrido, se entiende que “en medio de nuestra vida -incluso cuando presenta su cara más gris y rutinaria- podemos ampliar horizontes y aspirar a cosas grandes“.
Herramientas para salir de la desesperanza o la queja
La autora detecta que “bastantes personas viven en situación de desconcierto, otros se han sumido en la desesperanza o han abrazado la cultura de la queja“. Cuando la editorial Espasa le propuso escribir el libro, primero creyó que no tendría interés un proyecto así, redactado por ella, pero “inmediatamente pensé que valía la pena dar a conocer la tarea de tantas mujeres”. “Son mujeres -agrega- que han conseguido humanizar su entorno, dar a los problemas un rostro humano y encontrar soluciones en las que brilla el valor de cada persona”.
Sánchez vive en Roma y allí trabaja en las oficinas internacionales del Opus Dei, Es la secretaria central desde hace 10 años. El contacto con gentes de tantos países, edades y culturas “cambió mi mirada sobre el mundo y se ampliaron mis horizontes vitales“, escribe.
“La mujer con más poder en el Opus Dei”
La editorial la presenta como “la mujer con más poder en el Opus Dei”, pero por el tono de voz se nota que le incomoda la expresión. Le pregunto: ¿estaba usted de acuerdo con que la presentaran así? “Lo acepté, confié en que la editorial es la que mejor sabe cómo acercar un libro al público. Pero está claro que para mí la palabra ‘poder’ no tiene el sentido que suele dársele. Para mí ejercer el poder consiste en servir. Significa liderazgo, es solidaridad, servicio a los demás, facilitar el camino, hacer crecer, afirmar. Si un líder no cuida a los que tiene alrededor, no es el líder que hoy se necesita“.
El libro habla de personas como Pilar Tan, que desde la Fundación WILL en Shangai ayuda a niños con necesidades especiales que no disponen de recursos, o como otra Pilar -Deza- que ha puesto en marcha varios colegios en Perú. Y engarza esas vidas con lecturas, películas, casos o noticias que le parecen reseñables: desde un discurso en el que Michele Obama elogiaba a su madre por haber ejercido de abuela en la Casa Blanca hasta la serie “Chernobyl“. El conjunto es un puzle que sirve de punto de apoyo para que cada lector o lectora decida emprender el vuelo.
Espasa ha convocado una presentación digital del libro que tendrá lugar el próximo viernes día 4 a las 21.30 horas (hora de España) por el canal de Youtube de la editorial.
Por su parte, Isabel Sánchez cuenta desde hace unos meses con un perfil de Instagram.
Becas para científicas africanas
Parte de los beneficios que se obtengan con la venta del libro “Mujeres brújula en un bosque de retos” irán destinados al Programa de Becas Guadalupe, que promueve la fundación Harambee y que permite que mujeres científicas africanas amplíen su formación en el extranjero para que luego regresen a sus países y contribuyan al desarrollo de su continente.
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