El Secretario de Estado ha dado una entrevista en la que responde a la cuestión de los escándalos económicos en el seno de la Iglesia Católica El Secretario de Estado del papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin afirmó que los escándalos de la Iglesia deben ser enfrentados. Así declaró el purpurado, segundo al mando en el Vaticano, en una entrevista al sito Riparte L’Italia (Italia vuelve a iniciar) publicada el 27 de agosto de 2020.
“Los errores y escándalos no deben ser cubiertos, sino reconocidos y corregidos o castigados, tanto en el campo económico como en otros. Somos muy conscientes de que el intento de ocultar la verdad no conduce a la curación del mal, sino a aumentarlo y empeorarlo”, dijo el Secretario de Estado al ex vice director del periódico vaticano, L’Osservatore Romano, Carlo di Cicco.
El veterano periodista italiano le preguntó a Parolin: ¿Cree usted que la Iglesia, después de los escándalos e ineficiencias de varias de sus instituciones en la esfera económica, y la dificultad de muchas diócesis para llevar las cuentas en orden, puede seguir siendo una “madre y maestra” creíble en el tema de la ética económica?
“Hay demandas correctas de justicia, transparencia y competencia económica que debemos aprender y respetar con humildad y paciencia para evitar los escollos. De hecho, debemos reconocer que a menudo los hemos subestimado y nos hemos dado cuenta tan tarde. Se trata de una situación que no sólo concierne a la Iglesia, sino que es cierto que se espera un buen testimonio en particular de aquellos que se presentan como “maestros” de la honestidad y de la justicia”, añadió Parolin.
El Secretario de Estado no mencionó los últimos episodios de escándalo económico, entre otros, la compra inexplicable a un precio mayor de un edificio en Londres o la supuesta extorsión a la Santa Sede de 15 millones de euros por parte de un intermediario inmobiliario en la misma operación, así como la suspensión e investigación de cinco empleados vaticanos.
“Los errores deben hacernos crecer en humildad y empujarnos a convertirnos y mejorar, pero no nos absuelven de nuestros deberes. Por otra parte, la Iglesia es una realidad compleja compuesta por personas frágiles, pecadoras, a menudo infieles al Evangelio, pero esto no significa que pueda renunciar a proclamar la Buena Nueva.
Por lo tanto, no puede renunciar a afirmar las exigencias de la justicia, el servicio del bien común, el respeto de la dignidad del trabajo y de las personas en la actividad económica, etc. Esto sería traicionar su deber”, anotó Parolin.
“Por supuesto,- añadió- no debe hacerlo considerándose a sí misma triunfante sobre los demás, sino como una compañera en el camino de la humanidad, que ayuda a encontrar el buen camino a través del Evangelio y el uso correcto de la razón y el discernimiento.
Además, mucha gente desea este servicio incluso en tiempos como los nuestros, en los que no es fácil encontrar referencias fiables, y la gran y respetuosa atención prestada al Papa Francisco es un signo elocuente de ello”.
Cabe mencionar que en noviembre 2020, el Papa ha convocado al encuentro “La economía de Francisco”, en la ciudad de Asís. El papa Francisco asistirá al encuentro el 21 del mismo mes. Los organizadores prevén la participación de unos 2.000 jóvenes de 115 países. El objetivo es repensar el futuro de la economía para buscar salidas a la injusticia social, la desigualdad y el daño al medio ambiente.