Blake iba caminando hacia su auto, desarmado, y oficiales siguiéndolo por detrás, pistola en mano. Al abrir la puerta de su auto, un policía lo toma por la espalda y le dispara siete balas Tres meses después del asesinato de George Floyd en Minneapolis, –y Breonna Taylor, Tamir Rice, Eric Garner, Ahmaud Arbery, Botham Jean, Philando Castile, y varios afroamericanos más que han sido asesinados a manos de la policía estadounidense– un nuevo nombre más se agrega a lista: Jacob Blake, de 29 años de edad.
De nuevo, como en el caso de Floyd, un video viral ha mostrado cómo sucedieron los hechos. El pasado domingo por la tarde, en la ciudad de Kenosha (Wisconsin, 100,000 habitantes) la policía respondió a las llamadas sobre un incidente doméstico. El video muestra a Blake caminando hacia su auto, desarmado, y oficiales siguiéndolo por detrás, pistola en mano. Al abrir la puerta de su auto, un policía lo toma por la espalda y le dispara.
Fueron siete las balas que el policía le disparó a Blake. De inmediato, este hombre afroamericano fue llevado en estado muy grave a un hospital de Milwaukee. Hasta la noche de ayer seguía muy delicado, pero estable. La misma noche del domingo, el vídeo corrió como reguero en las redes sociales… y las protestas estallaron en violencia en Kenosha.
Otro caso de racismo
“Sin justicia no hay paz” han salido a protestar en diversas ciudades de Wisconsin. Y como ha sucedido en otros estados de la Unión Americana, la Guardia Nacional ha tenido que ser desplegada para evitar que la indignación ante este acontecimiento se convierta en rabia y la rabia en saqueos y enfrentamientos callejeros. Las autoridades estatales y municipales de Wisconsin y de Kenosha decretaron el toque de queda, mientras que los agentes implicados en la agresión a Blake han sido retirados del servicio.
El movimiento Black Live Matters, que ha liderado las protestas desde el asesinato de Floyd (asfixiado por un oficial a plena luz del día y captado, también, por la cámara del móvil de un testigo de los hechos) ha llamado a la movilización nacional para denunciar lo que consideran que es “otro caso más de racismo y brutalidad policial”.
El arzobispo Jerome Listecki de Milwaukee emitió un comunicado, diciendo: “Con gran pesar recibí la noticia sobre el tiroteo anoche en Kenosha. Si bien muchos de los detalles de este tiroteo son desconocidos para nosotros, el público en general, no es difícil imaginar el dolor, el miedo y la ira que sintieron todos los presentes. Oro por la curación de Jacob Blake y por el consuelo de su familia y seres queridos”.
El hombre que grabó la agresión
Raysean White, el hombre que grabó la escena del tiroteo policial en contra de Blake solamente lo había visto un par de veces. Sabía de su existencia porque había visto a sus hijos jugando fuera de la casa de Blake, frente a la suya. El domingo los volvió a ver. Son tres niños y estaban en un automóvil. Pudieron ver con claridad el incidente.
Hasta ahora, el video ya alcanza casi los tres millones de vistas. “Es perturbador mirar por la ventana donde vivo y ver a este hombre recibir siete disparos de la policía”, dijo White a CNN el lunes. “Es muy perturbador para mí, pero estoy bastante seguro de que los hijos de Jacob estaban más traumatizados que cualquiera durante toda la situación”.
El tiroteo contra Blake se produce cuando manifestantes en todo Estados Unidos continúan pidiendo justicia por la lista cada vez mayor de personas negras asesinadas por la policía, incluidos los casos de George Floyd y Breonna Taylor. Más recientemente, las protestas estallaron en Lafayette, Luisiana, el sábado después de que la policía matara a Trayford Pellerin, un hombre negro de 31 años, afuera de un supermercado, informó CNN.
Otra nueva oleada
Las protestas por la brutalidad policiaca mostrada en el video que grabó White hacen, de nuevo, encender las alarmas en Estados Unidos. Seguramente iniciarán las algaradas en muchas otras ciudades. Y la justicia quedará aparcada, rendida ante las vidrieras rotas, los gases lacrimógenos y los discursos de odio.