Por primera vez en más de tres siglos, el Señor Caído, símbolo de fe en Colombia, está recorriendo las diócesis urbanas de Bogotá para pedir por el fin de la pandemia
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Como en las anteriores ocasiones que salió de su santuario, la actual peregrinación del Señor de Monserrate en Bogotá tiene como fin unir a los fieles en una rogativa en momentos difíciles. La diferencia es que esta vez está recorriendo las diferentes diócesis de la capital colombiana, además de la catedral primada.
La imagen de 150 kilos, elaborada en madera y metal fundido, descendió el pasado 6 de agosto del Santuario de Monserrate, ubicado en los cerros orientales de la ciudad –a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar– y en medio de un cuidadoso protocolo.
Incluso fue necesario que operarios especializados desmontaran parte del camerino donde permanece y retiraran una de las puertas del teleférico en el cual fue bajado hasta el centro de Bogotá.
Un grupo de cerca de 15 trabajadores es el encargado de movilizarlo en este recorrido por las catedrales de esta ciudad de ocho millones de habitantes y por las que el vehículo debe transitar a bajas velocidades para esquivar huecos y evitar contratiempos.
En su recorrido, el Señor de Monserrate –como también se le denomina– siempre es escoltado por miembros de la Policía Nacional.
La milagrosa imagen fue recibida inicialmente en la catedral primada de Colombia y de ahí ha sido llevada a las catedrales de Soacha, Fontibón, Engativá y a la del obispado castrense.
El regreso a su santuario de la prodigiosa imagen esculpida por Pedro de Lugo de Albarracín en 1656 está previsto para lunes 17 de agosto.
Las visitas de los feligreses a estos templos no están permitidas, porque en la ciudad la situación del coronavirus está en su etapa más crítica ya que, según reportes oficiales, había más de 150.000 casos confirmados hasta este jueves 13 de agosto y casi 4.100 personas fallecidas.
Ante la imposibilidad de ver de cerca la impresionante imagen, los creyentes han participado en las misas y otras ceremonias que transmite en vivo el canal católico Cristovisión.
Asimismo, a través de las redes sociales dispuestas por la Arquidiócesis y algunas parroquias, millares de personas han expresado sus intenciones, necesidades y agradecimientos.
“No es lo mismo ir a Monserrate a orar, pedir y darle gracias al Señor, pero ante la emergencia sanitaria, al ver al Cristo así sea por televisión, siento que Él está cerca de los colombianos”, dijo a Aleteia Nubia Correa, una mujer mayor que con frecuencia sube hasta la icónica basílica.
Así lo ha explicado Luis José Rueda, arzobispo de los bogotanos: “Usted no tendrá que desplazase a ningún lugar, el Señor llegará a su casa, será un momento especial para renovar su vida, su fe, para fortalecerse en su encuentro con el Señor, que nos ha dicho Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
Por su parte, el obispo de Soacha, monseñor José Daniel Falla, dijo emocionado al recibir al Cristo en su templo: “Nos sentimos bendecidos porque esta zona es de muchas necesidades, ha sufrido mucho a lo largo de la historia y qué mejor que el Señor venga a acompañarla”.
Las jornadas de oración empiezan a las nueve de la mañana y finalizan a las ocho de la noche, incluyen Eucaristías, Santo Rosario y momentos de oración acompañados del Santísimo Sacramento.
Seis veces en 364 años
Bogotá nació y se ha desarrollado bajo la protección del Señor Caído, imagen que la cuida desde el cerro del mismo nombre, ubicado en la parte oriental de la ciudad.
La devoción por el Cristo es tan antigua como fuerte y reúne miles de creyentes especialmente los fines de semana.
La antigua imagen ha permanecido siempre en el santuario. Sin embargo, “bajó” por primera vez en el siglo XIX para interceder por el fin de la epidemia de viruela.
En 1916 descendió nuevamente para apoyar las oraciones que pedían el fin de una gran sequía que ocasionó hambre y pobreza.
En 1952 y 1998 descendió para pedir por la paz y en el siglo XXI lo hizo durante la Semana Santa de 2009 porque los peregrinos no podían subir al cerro ante el riesgo de deslizamientos.
La última vez que estuvo en la parte urbana fue en 2014 con motivo de los 450 años de fundación de la arquidiócesis de Bogotá.
Como en las anteriores ocasiones, la histórica imagen llegó a Bogotá para acompañar la rogativa especial por el fin de la crisis por el coronavirus.
“En el momento más crítico de la pandemia, viene para decirnos que Él escucha nuestro clamor, que está atento a nuestras oraciones, que está a nuestro lado”, manifestó Pedro Salamanca, obispo auxiliar.
El arzobispo Rueda, quien ha liderado esta nueva visita, explicó durante una entrevista con periodistas que la imagen del Señor de Monserrate invita a “mirar a Jesús ante el sufrimiento, para encontrar la manera de responder como cristianos a nuestro propio sufrimiento. Él asume – recalcó– su historia de dolor en un clima de oración”.
Y así lo están haciendo los miles de cristianos que durante esta semana han recordado la legendaria oración que se pronuncia en la basílica y en la cual se invoca al “único caído que levantas caídos”:
“Único Caído que levantas caídos / mírame con esos ojos benditos / que convirtieron a Pedro / y a la mujer de Magdala / tiéndeme esas manos benditas / obradoras de tantos milagros / y abrázame en las llamas en que se abraza tu divino corazón”.
Te puede interesar:
Guadalupe y Monserrate, los gigantescos vigías de Bogotá
Te puede interesar:
Campesinos colombianos donan toneladas de alimentos a los más necesitados durante la pandemia
Te puede interesar:
Colombia: ¿Por qué estas niñas ya son símbolos de la solidaridad?
Te puede interesar:
El médico que, Rosario en mano, ora por sus pacientes y es instrumento de Dios