Forma parte del circuito misional de la provincia de Velasco (Bolivia) e integra las poblaciones turísticas de San Ignacio, San Miguel y San Rafael
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Es un tiempo muy duro no solo para Bolivia, pues América Latina ya es la región con más casos de coronavirus en el mundo. Pero esta situación de calamidad no impidió que en la misión jesuítica de Santa Ana de Velasco se pudiera conmemorar –bajo medidas de control y seguridad- los 265 años de fundación y fiesta patronal (1755-2020).
Sucedió el domingo 26 de julio con una misa al aire libre –la primera con fieles en esa zona desde que llegó la COVID-19- oficiada por el obispo de la diócesis de San Ignacio, Robert Flock, recuerda una crónica del medio local El Deber.
Es que este lugar forma parte del rico patrimonio de los jesuitas en Bolivia y América Latina. Pertenece al circuito misional de la provincia de Velasco, del cual forman parte también poblaciones como San Ignacio, San Miguel y San Rafael.
En el caso del legado de los jesuitas en Bolivia suena con fuerza el nombre de los chiquitanos, de quienes varias veces hemos hablado en Aleteia, pueblo originario que ha colaborado con la construcción de los templos que ahora son reconocidos por la propia Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Pero la influencia de los jesuitas también se ha manifestado a lo largo de los años en la cultura, de manera particular en la música, siendo una gran carta de presentación.
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En tanto, a nivel de las autoridades se saludó la actitud de los pobladores y se animó a que sigan cuidando su salud mientras se mantiene la esperanza de una futura vacuna.
Puedes revivir la celebración en honor a la patrona Santa Ana en imágenes, una simple muestra de amor de una ciudad con mucho “olor a San Ignacio de Loyola”, cuya fiesta se celebra este 31 de julio.
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