Este novela muestra cuán especial, íntima y compleja es la relación entre hermanas
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Las hermanas pueden convertirse en las mejores amigas, ser una fuente de apoyo e inspiración mutua e incluso fieles consejeras, pero eso no quita que aparezcan conflictos o dificultades entre ellas. ‘Mujercitas‘ muestra la dinámica compleja de una relación entre hermanas, pero sobre todas las cosas, el valor de lo que significa ser una y contar con ellas.
Te puede interesar:
“Mujercitas” y la lección de las hermanas March
A pesar del paso del tiempo el libro de Louisa May Alcott, publicado a fines de la década de 1860, no pasa de moda al dejarnos lecciones sobre la vida cotidiana de la familia.
Entre esperanzas y sueños, la historia de las cuatro hermanas Meg, Jo, Amy y Beth, nos trae un cúmulo de valores sobre la riqueza del amor fraternal.
Pelean, pero se reconcilian
Es normal que existan momentos de rivalidad entre hermanas, incluso las ofensas pueden parecer imperdonables.
Sin embargo, lo que nos enseña el ejemplo de Jo y Amy es que el perdón es la respuesta que tiene sentido: se valora a la persona independientemente de sus actos y el sufrimiento es menor al compararlo con negar aceptar una disculpa sincera.
Cuando Jo no invita a Amy a un espectáculo de teatro, Amy expresa su ira quemándole el único manuscrito del libro que había escrito con tanto esfuerzo.
Al principio Jo no la perdona, pero cuando Amy casi muere en un accidente, se da cuenta de que su hermana es mucho más importante que su libro que tanto quería.
El estar tan cerca de perder a Amy, le hace ver las cosas claramente: aunque sea justo, guardar ese rencor en su corazón puede llevarla a vivir un amargo arrepentimiento.
Incluso cuando Amy se casa con Laurie, quien Jo amaba, encuentra una manera de perdonarla nuevamente ya que según la joven “la vida es demasiado corta para estar enojada”.
Están presentes en momentos difíciles
Las hermanas se cuidan entre ellas, especialmente las mayores que tienden a adoptar un papel maternal con las menores brindando su protección y cuidados durante momentos de necesidad, como ocurrió cuando la vida de Beth estuvo en peligro por la enfermedad de la escarlatina y el apoyo de Jo fue incondicional.
Acompañar a una persona en momentos críticos requiere de gran fortaleza y valores como la ternura, la entrega y la empatía que lo permite solo un amor desinteresado como el de una hermana.
Jo estaba lista, dispuesta y era capaz de hacer sonreír a su hermana y brindarle el mejor cuidado que podía hasta el final de su vida.
Aceptan que son diferentes y buscan superarse
Pueden vivir bajo un mismo techo, pero las hermanas son individuos diferentes tanto en sus personalidades como objetivos de vida.
Aceptan que tienen distintos talentos y los ponen en común para sacar lo mejor de lo que pueden ser a pesar de sus limitaciones. Conocen sus fortalezas y están dispuestas a dedicar tiempo y esfuerzo en cultivarlas.
Jo es una escritora disciplinada, una persona que es capaz de dejar algo preciado como su cabello largo con el objetivo de ayudar a su familia.
Amy es una artista que está dispuesta a dejar de lado su vanidad para pasar tiempo mejorando su dibujo.
Beth toca el piano cada vez que puede y Meg se enfoca en aprender a cocinar y hacer las tareas de la casa como desafío.
Hacen buenas obras juntas
Entre hermanas es normal que puedan existir sentimientos de competencia por tener cosas materiales como vestidos elegantes, viajes o incluso regalos.
Aunque las hermanas March no viven con lujos, saben que muchos están peor que ellas y eligen estar agradecidas por las comodidades que tienen además de saber que hay más felicidad en dar que en recibir.
Con motivo de ser la Navidad, al principio las jóvenes se quejan por no recibir regalos y quedarse solamente con un desayuno.
Sin embargo, terminan llevándoselo a una familia hambrienta y recibiendo algo mejor. Aunque el sacrificio es difícil al principio, al final terminan más contentas que si hubieran mantenido una actitud egoísta pensando solo en ellas.
Se divierten en casa
Las hermanas no necesitan tener muchas cosas para poder divertirse. El tiempo juntas es muy valioso y encuentran el modo de cultivar la imaginación y la iniciativa para pasarlo bien sin depender del dinero o de otras fuentes externas.
Las hermanas March son muy trabajadoras pero también saben divertirse. Aunque tenían poco dinero para gastarlo en bailes y fiestas, eso no era un impedimento para entretenerse haciendo obras de teatro, creando periódicos con sus escritos o recurriendo al dibujo y a la música.
Ponen a las personas primero
Las hermanas son parte de una familia y cuando hay amor en una familia, esta relación se abraza como una gracia para ser cuidada.
Su amor fraternal pone al descubierto que siendo ricas o pobres, se mantienen juntas y han decidido ser felices poniendo a las personas en un lugar prioritario amándolos y no utilizándolos.
Cuando conocen a Lauri, el joven vecino rico, recurren a él con la única intención de ser amigos sin esperar ninguna recompensa económica a cambio. Y Meg elige a su esposo pobre aun teniendo admiradores adinerados, porque lo ama por lo que es y no por lo que tiene.
Estas decisiones terminan llevando a las hermanas a estar rodeadas de personas que las aman de verdad y que aprecian su autenticidad.
El amor verdadero que se da sin esperar nada a cambio, es el más puro y al ser vivido entre ellas, crece y se multiplica.