Persecución religiosa en España: Isabel Sánchez Romero asesinada por ser religiosa y no blasfemar
Papa Francisco autorizó hoy la promulgación de nuevos decretos de la Congregación para la Causa de los Santos. En estos decretos se aprueba el martirio, entre otros, de Angel Marina Álvarez y 19 compañeros de la orden de Predicadores, de Juan Aguilar Donis y 4 compañeros de la orden de Predicadores, de Fructuoso Pérez Márquez, periodista y director de La Independencia y de Isabel Sánchez Romero, religiosa de la orden dominica.


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¿Por qué fueron asesinadas?
Isabel Sánchez Romero, nunca se le oyó una queja
La historia de Isabel Sánchez Romero es la historia de la dedicación plena. Nació en Huéscar (Granada) y allí ingresaría en el monasterio de la Madre de Dios, Dominicas, en Huéscar, a los 17 años.
Sus compañeras siempre dijeron de ella que era humilde, obediente, silenciosa y trabajadora. Supo convivir con una rara enfermedad que le cubría el cuerpo de llagas. Nunca se quejó y asumía las responsabilidad que esta rara enfermedad le permitía. Su dolor le daría fuerza para su posterior martirio.
Las religiosas pronto tuvieron que huir del convento de Huéscar y un día, los milicianos aparecieron en la casa donde estaba escondida sor Isabel. La llevaron al calabozo y la obligaron a blasfemar bajo amenaza de muerte. No lo hizo y fue maltratada, quedando tendida en el suelo y semimuerta. Isabel tenía 76 años y una salud débil, pero tuvo fuerza para superar aquella noche. A la mañana siguiente la tiraron a un camión para llevarla a las puertas del cementerio. Allí vería como asesinaban a su sobrino y la volvieron a pedir que blasfemase. No lo hizo.
La “archicofradía del Santísimo Rosario” explica su final: “Al final pusieron su cabeza sobre una piedra y con otra piedra le machacaron el cráneo”.

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Fructuoso Pérez Márquez, el empresario-periodista católico
Fructuoso fue asesinado por ejercer de periodista y empresario católico. Cursó estudios en el seminario de Almería y llegó a ser terciario dominico. Dirigió el diario “La Independencia” donde escribiría al proclamarse la República: “Somos quienes éramos. Estamos donde estábamos. En primer término, católicos, apostólicos, romanos. Nuestra actuación, con Monarquía o con República, será en adelante lo que ha sido hasta hoy; por encima de todas las cosas, Dios y la Iglesia, cuyas doctrinas y mandatos acatamos ciegamente”.
Al comenzar la guerra civil fue detenido y encarcelado, mientras el diario: “La Independencia” era clausurado, incautado por la UGT y convertido en el periódico obrero ¡Adelante! Su familia nunca supo más de él. El 15 de agosto fue conducido a la playa de La Garrofa donde fue fusilado.