Mercurio frente al Sol, cuando lo pequeño cobra relevancia ante lo grande Es uno de los fenómenos más esperados de la astronomía. El “Tránsito de Mercurio” se ha convertido en las últimas horas en un espectáculo que se ha seguido de cerca en países de diversos continentes.
El fenómeno ocurre cuando se alinean el Sol, la Tierra y Mercurio. Ahora habrá que esperar hasta noviembre de 2032 para volver a apreciar esto, pues es algo que ocurre tan solo 13 veces en 100 años.
Pero aquí otra vez la pregunta: ¿lo ves? Es que por las características de Mercurio –conocido popularmente como el plantea más pequeño del Sistema Solar- no ha sido sencillo verlo a simple vista. Por lo que, a través de instrumentos especiales para la observación, lo único que se puede ver es un pequeño y diminuto punto negro frente al Sol.
Q: What did Mercury say when it was asked to line up between Earth & the Sun?
A: I'll pass! 😎We witnessed a rare treat during today's #MercuryTransit, which only happens ~13 times a century! Revel in the views captured our @NASASun-observing satellite: https://t.co/Wm7TYlNSeX pic.twitter.com/UqhYHTpAQm
— NASA (@NASA) November 12, 2019
That's all, folks! Mercury has left the disk of the Sun, completing the transit. The next Mercury transit is in 2032 — so in the meantime, you can read up on @NASAUniverse's TESS mission, which uses transits in other star systems to look for exoplanets! https://t.co/2NlnHKzBFn pic.twitter.com/zRLdYnHiaz
— NASA Sun & Space (@NASASun) November 11, 2019
Es que el contraste entre el “astro rey” y este planeta es tal, que muchos se maravillan por un fenómeno que no hace otra cosa más que darle relevancia a lo pequeño ante lo grande.
En definitiva, a través de la observación de esta pequeñez es posible seguir estudiando los posibles aspectos técnicos de los planetas, así como otras cuestiones vinculadas a los tamaños y velocidades.
Dicho esto, ¿acaso alguna vez no te has sentido un poco como Mercurio? Estamos ahí, nuestro tránsito ante lo más sublime muchas veces pasa desapercibido, pero no por ello es menos importante. Y tranquilo, una cosa más, hasta el “modus operandi” de Dios muchas veces tiene que ver con lo pequeño.
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