Según Chesterton, cuando cosas contradictorias se juntan, hay que pensar que allí reside una verdad grande.
San John Henry Newman fue un hombre polifacético, poseedor de una personalidad excepcional. Podría decirse que esto se debe a su capacidad para unir rasgos que en otros parecerían contradictorios. Lo que verdaderamente le otorga esa versatilidad es la Verdad en la que se sustenta.
Newman es tímido y recatado, pero a la vez posee una valentía capaz de desafiar cuatro siglos de historia del cristianismo en Inglaterra.
Es frágil de salud, pero cuenta con la energía necesaria para desarrollar un trabajo descomunal.
Aunque es radicalmente inglés, no cede a negociaciones que giren en torno a la verdad universal por ganarse el favor de su patria.
Es un estudioso extraordinariamente dotado pero se recrea enseñando a cantar a los niños acompañado de su violín.
Es un amante de la tradición antigua cristiana y precristiana, pero no es un conservadurista.
Es un crítico radical del liberalismo moderno que somete la revelación de Dios en Cristo a la razón humana, pero no cae en el juego de una apologética, igualmente racionalista, de lo antiguo contra lo nuevo.
Es un sacerdote celoso de la autonomía de los laicos, es un poeta genial, una pluma señera en la lengua inglesa, un teólogo agudo, que nunca piensa ni habla pensando en los especialistas, sino en los más sencillos.
La capacidad de armonizar estas contradicciones es lo que hace de él un gran santo y nos ayuda a sobrellevar las dificultades del día a día. Esto también le permitió afrontar los años angustiosos de su vida, sin perder la paz del corazón.
Escrito por Alejandra Aguirre e Irene Martín (Fundación Maior)
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-Basado en ideas del libro: John Henry Newman, de Stratford Caldecott, Léonie Caldecott y Ricardo Aldana.
-Para aquellos interesados en profundizar en la figura de San John Henry Newman, la Fundación Maior ofrece el seminario “John Henry Newman: testigo y maestro”, durante el curso 2019-2020.