separateurCreated with Sketch.

¿La vida es injusta contigo? Dios siempre cumple

NOC CIEMNA
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Carlos Padilla Esteban - publicado el 20/10/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Dios a veces no cumple mis deseos literalmente, yo creo que los desborda

La parábola del juez me habla de la insistencia que debo practicar. Sé que es necesario perseverar para conseguir lo que quiero. No basta con luchar un día, unas horas. No es suficiente un tiempo. Lo que deseo no llega sin esfuerzo, sin fidelidad.

¿Qué es lo que hoy quiero? ¿Por qué estoy luchando todos los días? ¿Soy capaz de pedir hasta el cansancio? Hoy Jesús me dice que Dios me escucha siempre:

Dios me hará justicia. ¿Significa que hará realidad todos mis deseos?

Me encuentro con personas que creen en el mago de la lámpara maravillosa. Como si bastara con frotarla para conseguir que los deseos sean reales. No es así.

No todo lo que deseo lo obtengo. La justicia que me corresponde no siempre sucede. La vida no suele ser justa. Vivo injusticias, agravios, ofensas. Vivo el dolor de la infidelidad. Me gustaría que no fuera así, pero lo es.

¿Dios no me escucha?

ROSARY

Y la injusticia llena de amargura mi alma. Le pido a Dios que me haga justicia. Pero no sucede. Y creo entonces que la oración no tiene el poder que hoy Jesús me promete.

En ocasiones siento esa contradicción. Pido con todas mis fuerzas. Y hago caso a las palabras del apóstol:

"Insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina".

Soy fiel en mi oración. Insisto a tiempo y a destiempo. Me siento como la viuda importuna que no cesa de pedir buscando justicia. No me canso. Pido, suplico. ¿Vale de algo?

Lo bueno de insistir

La petición en sí, la búsqueda, la insistencia, tienen un lado muy positivo. Me ponen en camino. Me llevan a luchar y dar la vida por lo que deseo.

No quiero caer en el desánimo. La esperanza es lo que mueve mi corazón.

Pido por la curación de los enfermos. Para que lo vivan con esperanza. Por la realización de mis sueños. Pido sin desfallecer.

WEB3;MAN;HANDS;PRAY;BIBLE;Shutterstock_792867121;KS01
Andrey_Popov | Shutterstock

Y si luego no salen las cosas como deseo, no me desespero. No me hundo. No reniego de ese Dios que no cumple sus promesas. Dios siempre las cumple.

Camina conmigo en medio de mi dolor. Sostiene mis pasos cuando me siento débil y desvalido. Me abraza cuando las cosas no salen como yo deseaba.

¡Confía!

Todo es gratis. Todo viene de Dios. Quiero confiar en su presencia en mi vida. No pienso en los milagros que tienen que suceder.

Bastantes milagros ha hecho Dios con mi vida. Son milagros de conversión. Pero para eso hay que tener la actitud que leía el otro día:

Quiero aprender a recibirlo todo de Dios. Confiar en su amor en medio de las tormentas. Dios a veces no cumple mis deseos literalmente, yo creo que los desborda.

Me permite agradecer por todos los dones recibidos. No me siento solo porque Él va conmigo en medio de mi camino. Y su presencia me levanta y sostiene. Ya no temo.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.